El tema elegido, según informa la agencia de noticias Veritas es «El cine es capaz, silenciosamente de cambiar la sociedad».
Durante la presentación intervinieron el cardenal Paul Poupard, Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el arzobispo John Foley, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, y Claudia Di Giovanni, delegada de la Filmoteca Vaticana.
El cardenal Poupard destacó que para el Vaticano, el cine es un arte «de estructura universal» que sirve de «puente cultural para promover, entre el gran público, y en particular, entre las jóvenes generaciones, e arte, el gusto y el sentido de lo bello unido al empeño de la solidaridad».
En la X edición del Festival de cine espiritual, explica el cardenal Poupard, no se tratará del silencio profundo de la interioridad «sino del silencio de tal manera viciado de complicidad y de traición hacia la dignidad del hombre, hasta la negación de su ser a imagen y semejanza de Dios».
Con la elección del tema el Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura invitó a «infringir el grave silencio originado por la desconfianza y la sospecha difundido en la sociedad, en la cual el nombre de Dios viene, lamentablemente, a veces relacionado de una manera inconcebible y del todo inaceptable, a la venganza, la intolerancia y la violencia».
El arzobispo Foley resaltó uno de los temas que pondrá de relieve la reseña de películas elegidas para este festival, la infancia.
La primera película que abrirá la muestra es la obra de la polaca Hanna Polar «Children of Leningradsky» que describe la situación dramática de los niños en Rusia que a causa de la pobreza deben refugiarse en los suburbanos de la ciudad conviviendo con las ratas.
«El cine, siempre un instrumento privilegiado, nos puede hacer sufrir este gran impacto al utilizar el lenguaje de las imágenes», afirmó monseñor Foley.
Paralelamente al festival, tendrá lugar un Congreso bajo el mismo lema en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma del 14 al 15 de noviembre.
