En estas décadas, Ghana ha sido testigo de una admirable expansión de infraestructuras, madurez política, progreso cultural y armonía social, reconocen los prelados en un comunicado difundido la pasada semana, al término de su Asamblea Plenaria –celebrada en Nsuta, diócesis de Jasikan-.
Pero la nación también ha caído en un «abismo de difundida decadencia moral», denuncian.
El comunicado –firmado por el presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de Ghana, el obispo Lucas Abadamloora de Navrongo-Bolgatanga-, enumera, entre los flagelos de la sociedad, el asesinato, los asaltos, el alcoholismo y otras drogodependencias, el desorden sexual y hasta la conducción temeraria.
Especialmente denuncia el texto –del que se hace eco del texto el Servicio
Católico de Información de África (CISA)- las aberraciones sexuales y la difusión de la pornografía ante la pasividad social.
Por otro lado, la avidez de dinero ha llevado a la corrupción, según perciben los pelados.
Y exhortan a sus compatriotas a la conversión, visto este panorama.
Igualmente apuntan que la situación reclama esfuerzos concertados orientados a la regeneración moral de la sociedad.
Por su parte, el futuro socio-económico de la nación también pasa por abordar la pobreza a través de «un programa serio» que reavive las industrias caídas, fortalezca las que ya existen y establezca otras nuevas, concluyen.