CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 18 diciembre 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha aprobado la pulicación del decreto por el que se reconocen las virtudes heroicas, paso decisivo hacia la beatificación, de José Olallo Valdés, cubano (1820-1889), religioso profeso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
De padres desconocidos, José Olallo Valdés nació el 12 de febrero de 1820. Un mes después fue depositado en la Casa-Cuna de San José de la Habana, donde el 15 de marzo del mismo año fue bautizado.
Su voluntad de servir a los enfermos y marginados lo llevó a entrar en la Orden de los Hermanos San Juan de Dios. Hizo su profesión religiosa a los 15 años. Terminado el noviciado y hecha la primera profesión de votos, en el mes de abril de 1835, fue remitido al Hospital de San Juan de Dios de Puerto Príncipe (hoy Camagüey), para completar su formación religiosa y profesional.
Fray Ollalo enfrentó valerosamente muchas de las grandes epidemias que azotaron la ciudad en su tiempo, la última de las cuales fue la viruela que diezmó a Puerto Príncipe a fines de 1888. Como tenía una sólida formación en medicina, pudo, en más de una ocasión, hacer de cirujano y farmacéutico.
Fray Olallo falleció el 7 de marzo de 1889, en su humilde celda del hospital, a los 63 años de edad, después de estar algún tiempo enfermo y casi sin fuerzas, a causa de un aneurisma de la aorta abdominal, pero sin haber abandonado sus labores, cuando la ciudad era azotada por una epidemia de viruela.
Su entierro en el Cementerio General fue una verdadera manifestación de duelo de todas las clases sociales de Camagüey.
En 1901, el Ayuntamiento de la ciudad dispuso que a la Calle de los Pobres y a la Plaza de San Juan de Dios se les cambiara sus respectivos nombres por el de padre Olallo, como homenaje de un pueblo que no lo olvida.
El 8 de marzo del año 2004 se trasladaron sus restos desde el Cementerio General de la provincia de Camagüey, hacia la iglesia de San Juan de Dios, donde laboró durante 53 años en el siglo XIX.
El 27 de noviembre del año 1999, luego de muchos años de ausencia, la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios logró fundar, en la ciudad de Camagüey, un Hogar para Ancianos, el cuál está dedicado a este insigne cubano.
Esta nueva institución caritativa está ubicada precisamente en la calle que lleva el nombre del Siervo de Dios, y a unos 200 metros de distancia del antiguo Hospital, en el que ejerció sus virtudes.
Desde ahora José Olallo Valdés será mencionado con el título de «venerable».