CIUDAD DEL VATICANO, martes, 12 diciembre 2006 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que la «Shoah» ---también conocida como el holocausto-- del pueblo judío durante la segunda guerra mundial constituye una «tragedia inmensa» y debe ser hoy una «advertencia» para las conciencias.

Así lo explica el comunicado de prensa emitido este martes por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, un día después de que comenzara en Teherán una conferencia que pretende revisar el Holocausto.

El foro se organiza bajo el patrocinio del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, quien en un discurso televisado el 14 de diciembre de 2005 en la ciudad iraní de Zahedan, calificó de «leyenda» el Holocausto judío, según la versión del mismo que ofreció el canal de televisión CNN.

La nota ratifica la posición de la Santa Sede, expresada el 16 de marzo de 1998, con el documento de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo «Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah».

Según explica la nota vaticana, «el siglo pasado ha sido testigo del intento de exterminar al pueblo judío, con el consiguiente asesinato de millones de judíos, de todas las edades y categorías sociales, por el único hecho de pertenecer a este pueblo».

«La “Shoah” ha sido una tragedia inmensa, ante la que no es posible quedarse indiferente», subraya el texto.

Por este motivo, aclara, «la Iglesia siente un profundo respeto y una grande compasión por la experiencia vivida por el pueblo judío durante la segunda guerra mundial: el recuerdo de aquellos terribles hechos tiene que ser una advertencia lanzada a las conciencias para eliminar los conflictos, respetar los legítimos derechos de todos los pueblos, exhortar a la paz, en la verdad y en la justicia».

«Esta posición fue afirmada por el Papa Juan Pablo II en el Monumento a la Memoria “Yad Vashem” en Jerusalén, el 23 de marzo de 2000, y confirmada por Su Santidad Benedicto XVI durante la visita al campo de exterminio de Auschwitz, el 28 de mayo de 2006», concluye el comunicado.

Por su interés, publicamos la declaración emitida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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En referencia a la Conferencia que se está desarrollando en Teherán, la Santa Sede recuerda su posición, ya expresada con el documento de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, «Nosotros recordamos: una reflexión sobre la Shoah».

El siglo pasado ha sido testigo del intento de exterminar al pueblo judío, con el consiguiente asesinato de millones de judíos, de todas las edades y categorías sociales, por el único hecho de pertenecer a este pueblo. La «Shoah» ha sido una tragedia inmensa, ante la que no es posible quedarse indiferente.

La Iglesia siente un profundo respeto y una grande compasión por la experiencia vivida por el pueblo judío durante la segunda guerra mundial: el recuerdo de aquellos terribles hechos tiene que ser una advertencia lanzada a las conciencias para eliminar los conflictos, respetar los legítimos derechos de todos los pueblos, exhortar a la paz, en la verdad y en la justicia.

Esta posición fue afirmada por el Papa Juan Pablo II en el Monumento a la Memoria «Yad Vashem» en Jerusalén, el 23 de marzo de 2000, y confirmada por Su Santidad Benedicto XVI durante la visita al campo de exterminio de Auschwitz, el 28 de mayo de 2006.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]