CARACAS, miércoles, 14 febrero 2007 (ZENIT.org).- El Consejo de Laicos Católicos de Venezuela ha expresado en una nota su disconformidad con la política llevada cabo por el presidente Hugo Chávez.
Los laicos católicos expresan en la nota el total respaldo a los obispos venezolanos en su Exhortación Pastoral del 13 de enero, denominada «Tiempo de diálogo para construir juntos».
En la exhortación, los prelados insisten en «la centralidad de la persona; los derechos humanos; el pluralismo político frente al pensamiento único y la exclusión por razones ideológicas o por cualquier otro motivo; la educación pluralista, abierta a la trascendencia y a la religión; la lucha contra la pobreza, el desempleo, la inseguridad jurídica y social y la violencia; la libertad de expresión y el derecho a la información; una positiva respuesta a la situación infrahumana de nuestros hermanos privados de libertad y la de los que se sienten perseguidos».
En una manifiesta alusión a las reiteradas expresiones de tono evangélico usadas por el presidente Hugo Chávez, el Consejo «rechaza, una vez más, todo tipo de ataque a la Iglesia, a sus pastores, y a la religión, así como la manipulación del Evangelio e incluso de la misma persona de Cristo».
Los firmantes de la nota afirman estar a disposición para el diálogo, mientras reafirman el valor de la familia, la libertad de culto, de la comunicación como fuente de información sin ataduras políticas y la necesidad de la consulta para las reformas constitucionales del país.
«Rechazamos la concentración de poderes en el Presidente de la República y los poderes especiales que otorga la Ley Habilitante, ya que excluye la opinión y participación de los Poderes establecidos en nuestra Constitución y las del soberano pueblo de Venezuela», subrayan.
El documento concluye recordando los objetivos del Consejo de Laicos: «Fortalecer las Comisiones Sectoriales del Consejo Nacional de Laicos y los Consejos Diocesanos de Laicos en todo el territorio Nacional, a fin de unir esfuerzos y participar en forma orgánica, en el establecimiento de una sociedad, cuyas raíces se fundamenten en la esperanza cristiana y donde surja, como resultado del esfuerzo comunitario, en lo social, económico y político, un gran movimiento que contribuya a la Nueva Evangelización en Venezuela y a la consecución de un país solidario y fraterno donde reine la Verdad, la Justicia y la Paz».