«Con la ayuda desinteresada que presta a la Iglesia que atraviesa una situación material difícil, la asociación se ha ganado el máximo respeto y reconocimiento de todo el mundo cristiano. Yo mismo guardo gratos recuerdos de mis encuentros, en 1992 y 1994, con el fundador de la asociación internacional, el padre Werenfried van Straaten», afirma el patriarca.

En su carta de felicitación, Alejo II también expresa su profunda gratitud por la «inestimable ayuda» que el padre Werenfried prestó a la Iglesia ruso-ortodoxa, «para que recuperara la normalidad tras tantos años de persecución bajo un régimen ateo», y afirma que «el apoyo recíproco» es la base a partir de la cual deberían darse la cooperación y el diálogo entre ambas Iglesias.

También el secretario de Asuntos Exteriores y metropolita de Smolensk y Kaliningrado, Kiril, recuerda con gratitud en su carta de felicitación «las iniciativas del P. Werenfried, que se han convertido en buenos ejemplos de cooperación entre católicos y ortodoxos».

Entre dichas iniciativas de quienes califica de «nuestros buenos amigos» de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el metropolita Kiril cita «la reapertura de las escuelas teológicas y el desarrollo de centros educativos y de misión».