CÓRDOBA, martes, 20 febrero 2007 (ZENIT.org).- El obispo de Córdoba, España, monseñor Juan José Asenjo, ha firmado el decreto por el que se abre el proceso diocesano para la beatificación de 123 mártires de la persecución religiosa durante la guerra civil en la provincia de Córdoba.
Este documento, que será leído tras todas las misas del próximo fin de semana y expuesto en el tablón de anuncios de todas las iglesias, reclama que «toda aquella información que pueda ser útil para esta causa» sea remitida al Obispado.
El prelado indica en el decreto que el objetivo del proceso no es otro que «poner de relieve que estas personas dieron su vida exclusivamente por su condición de cristianos, y que su muerte, aceptada por la fe y acompañada siempre del perdón, les fue causada únicamente por odio a la fe».
Previamente a la firma de este decreto, monseñor Asenjo nombró postulador de esta causa, que se conoce como la de Juan Elías Medina y compañeros mártires, al sacerdote Miguel Varona. Éste presentó el pasado mes de junio la solicitud de apertura del proceso en base a que «las investigaciones hechas en diversas comunidades cristianas de nuestra diócesis, han permitido reunir nueva y abundante información sobre los 123 presuntos mártires presentados».
Cuando monseñor Asenjo anunció hace unos meses su intención de abrir esta causa de beatificación, ya manifestó que no se busca «reabrir viejas heridas, ni saldar las cuentas pendientes de quienes murieron perdonando a sus enemigos».
Con este proceso, afirma, sólo se pretende «cumplir un deber de justicia y gratitud, honrar a nuestros mártires, poner sobre el candelero de la Iglesia el heroísmo y la fortaleza de quienes murieron por amor a Jesucristo y mostrar a los cristianos de hoy el testimonio martirial de su vida cristiana vivida hasta las últimas consecuencias».
De los 123 mártires que forman parte de esta causa –hay otras abiertas para la beatificación de otros mártires de la diócesis, como los frailes franciscanos de Fuente Obejuna–, 87 son sacerdotes, tres religiosos, una religiosa, y 32 seglares (22 hombres y 10 mujeres).
La Diócesis de Córdoba ya cuenta con dos beatas mártires, como son la joven maestra Victoria Díez, miembro de la Institución Teresiana, asesinada en Hornachuelos, y la escolapia María Luisa Girón, natural de Bujalance. En ambos casos, los procesos de beatificación se iniciaron de forma independiente al que ahora se comienza a instruir en el Obispado.