El organismo episcopal exigió el cese de la violencia y llamó a preferir «el camino honesto y más lento al atajo rápido pero ilícito».
Los anuncios tuvieron lugar durante la inauguración de la Octogésima Tercera (LXXXIII) Asamblea del Episcopado, que se celebra del 2 al 6 de julio y cuyo tema central es la Vida Consagrada.
El Presidente de la CEC, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, afirmó que la muerte de los 11 diputados del Valle «pesa en la conciencia de los colombianos».
«Todos pudimos hacer mucho más para que regresaran vivos. La insistencia en un Acuerdo Humanitario no fue escuchada. Fuimos inferiores en este esfuerzo. Permitimos que murieran sin libertades y lejos de sus familias sufriendo enfermedades, hambre y desprotección».
Monseñor Castro Quiroga reiteró que «por encima de la vida no puede existir ninguna consideración.
Trabajo por la paz
Destacó «el trabajo que silenciosamente adelantan sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos en todos los rincones del país asumiendo día a día el acompañamiento de sus comunidades en medio de la confrontación armada».
«La primera y fundamental apuesta de la Iglesia por la paz está allí, en las personas, presentes en barrios, municipios, comunas y veredas, porque la paz cobra sentido en la transformación misma de la persona humana», afirmó el arzobispo de Tunja y presidente de la CEC.
«En coherencia con su misión y en correspondencia con el principio de que una paz sostenible y duradera implica el involucramiento de todos los actores armados ilegales, la Conferencia Episcopal ha visto la necesidad de hacer presencia en los momentos más significativos y determinantes del avance en los incipientes procesos que se adelantan con cada uno de ellos», explicó.
Corrupción
Respecto a la corrupción, precisó que esta mentalidad del atajo ilícito «está siendo fuertemente golpeada hoy a todos los niveles: político, empresarial y personal. Esperamos que, más allá del sufrimiento que genera en los afectados y sus familias, el país todo pueda vivir una experiencia pedagógica y espiritual de purificación y de cambios de criterio, así que vuelva a preferir el camino honesto y más lento al atajo rápido pero ilícito».
Vida Consagrada
Sobre la temática de la Asamblea del Episcopado, aseguró que «hay un vínculo especial entre el Obispo y la Vida Religiosa ya que los dos han sido llamados a la misma misión, como es mostrar la vida cristiana en su forma más perfecta. Encontramos así una bella comunión, desde sus orígenes, entre vida carismática y misión apostólica»
Arzobispo de Manizales
Igualmente, exaltó la valentía del Arzobispo de Manizales, monseñor Fabio Betancur Tirado, quien hace dos meses estuvo a punto de ser encarcelado por un fallo judicial relacionado con un ex seminarista que lo acusa de haberlo expulsado del Seminario de Manizales sin justa causa.
«El Arzobispo optó por ser fiel a la Iglesia aunque ello le trajese los problemas conocidos. Él albergaba la confianza de que el Estado colombiano mantuviese los acuerdos firmados según la praxis concordataria entre el mismo y la Santa Sede. El ramo judicial del Estado desconoció el Tratado cuya validez fue anotada por la misma Cancillería a raíz de la advertencia del Señor Nuncio y condenó al Arzobispo. Como sabemos, esa condena no prosperó y esperamos que definitivamente sea anulada».
Dijo que esta experiencia «nos deja muchas enseñanzas sea para diseñar nuestras relaciones con los organismos del Estado y para enfrentar posibles conflictos así como para blindar nuestras instituciones eclesiásticas, especialmente, los seminarios, de indebidas ingerencias. En muchas instancias, aún defendiendo el Concordato, debemos defendernos como si el Concordato no existiese».
Puede leer el discurso inaugural de la LXXXIII Asamblea del Episcopado, en la página web de la Conferencia Episcopal de Colombia (http://www.cec.org.co).
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Jul 02, 2007 00:00