CARDIFF, miércoles, 11 julio 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia no condena a la mujer que aborta, quien a menudo sufre presión para hacerlo, un tema que se ha subrayado en el Día por la Vida, celebrado en las diócesis de Inglaterra y Gales el 1 de julio.
Así lo recalca también el arzobispo de Cardiff y presidente del Departamento para la Responsabilidad y Ciudadanía Cristianas, monseñor Peter Smith.
La Jornada se orienta a celebrar la dignidad de la vida. Por eso se programan celebraciones eucarísticas especiales.
La fecha también ha estado marcada por el 40º aniversario de la Ley de Aborto en Inglaterra, Escocia y Gales.
El evento de este año, titulado “Bendito es el Fruto de Tu Vientre”, puso a disposición de fieles e interesados más de medio millón de folletos explicativos sobre qué entiende la Iglesia por pro-vida y subrayando la atención práctica, emocional y espiritual ofrecida por la Iglesia a las mujeres y niños que lo necesitan.
El arzobispo Smith recalca: “Apoyamos positivamente a las jóvenes que se han quedado embarazadas y no saben qué hacer”.
“Necesitan mucho apoyo, espacio y tiempo para el consejo y la reflexión -subraya- para ver que hay otros modos que no implican la muerte de una vida humana”.
“Y para aquellos hombres y mujeres que han sufrido el dolor del aborto, la Iglesia siempre está ahí para ti -confirma-. Cristo te espera en el sacramento de la Reconciliación”.
El obispo Bernard Longley, auxiliar de Westminster, menciona: “Aumentar la conciencia, es uno de los principales objetivos del Día por la Vida”.
“Este año –añade–, queremos subrayar el terrible desperdicio de vida durante los últimos 40 años”.
Y es que “hay una tendencia a racionalizar el aborto deshumanizando al no nacido”, advierte.