TUXLA GUTIÉRREZ, lunes, 23 julio 2007 (ZENIT.org-El Observador).- «Discípulos y misioneros de Jesucristo para la liberación de los cautivos» ha sido el tema reflexionado por 406 agentes de la Pastoral Penitenciaria Católica representando a 58 diócesis y 17 provincias de toda la Republica Mexicana, en un encuentro que recientemente concluyó en esta ciudad capital del sureño Estado de Chiapas.
Las cárceles mexicanas, como en buena parte de América Latina, se encuentran sobresaturadas, y sobre ellas pesa la constante amenaza del motín por las condiciones a menudo infrahumanas en las que viven los reos.
«Ante esta realidad quienes integramos la pastoral penitenciaria católica ofrecemos prepararnos, organizarnos y acompañar con respeto y esperanza a nuestros hermanos privados de su libertad», dice el comunicado final del Encuentro.
Y, a continuación, fijaron la postura de la Iglesia católica en cuatro puntos principales:
1. Su participación para lograr en los Centros de Readaptación Social (Ceresos) verdaderos centros de readaptación social, promoviendo: la reflexión, el trabajo, el estudio y la superación personal y comunitaria.
2. Dedicar medios materiales y humanos en bien de quienes se encuentran recluidos en los Ceresos.
3. Dialogo y apoyo a quienes nos dedicamos en nombre del Señor y de la Iglesia a compartir y a acompañar a los privados de su libertad.
4. Buscar y proponer formas para lograr que el recluso pueda cumplir su condena en forma productiva, provechosa y responsable.
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Jul 23, 2007 00:00