«El itinerario de los peregrinos quedó interrumpido de manera dramática en el camino de regreso de La Salette, convirtiéndose para muchos en el final de su peregrinación terrena», constata un telegrama enviado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, en nombre del Papa, al metropolita de Szczecin-Kamién, monseñor Zygmunt Kaminski.
«Nos consuela la confianza de la Divina Misericordia, llevándonos que encontraron su meta en la gloria del Padre Eterno», añade el mensaje.
Para todos los difuntos, el Papa implora «el don de la vida eterna en la alegría de la unión con Cristo», y a los heridos les desea «un rápido y completo restablecimiento de la salud».
Por último, para las familias de las víctimas el pontífice «invoca el don del aliento y del consuelo, incluso en el dolor».
Según el último balance médico, hay 14 heridos graves, y 10 heridos leves. El autobús cayó de un puente al atravesar una pequeña carretera prohibida a los medios públicos de transporte, cerca de Grenoble.