«No puedo hablar en este momento, es algo complicado», dijo este martes en Auronzo, localidad de los montes Dolomitas, donde participó en un encuentro con sacerdotes de las diócesis de Belluno y Treviso.
Desde la publicación de su carta a los católicos chinos, el 30 de junio, el obispo de Roma está recibiendo numerosas reacciones de aquel país.
Liu Bainian, de 74 años, laico, vicepresidente de la Asociación Patriótica Católica bajo el control del gobierno, ha manifestado su deseo de que el Santo Padre visite China con una declaración inesperada.
En una entrevista publicada por el diario italiano «La Repubblica» este martes dijo: «Espero con todas mis fuerzas poder ver un día al Papa aquí, en Pekín, celebrando la misa para nosotros, los chinos».