La diócesis de Santander estaba vacante por el traslado de monseñor José Vilaplana Blasco a la diócesis de Huelva, de donde fue nombrado obispo el 17 de julio de 2006.
En declaraciones a la agencia Veritas, el nuevo obispo electo de Santander reconoció que recibe este nombramiento «con una acción de gracias a Dios que me ha llenado de fortaleza y me ha considerado digno para esta misión».
El prelado dio las gracias al Papa Benedicto XVI y quiso manifestarle su «adhesión de hijo y obediencia de obispo»; y confesó que experimenta «sentimientos encontrados de pena y alegría», ya que este nombramiento supone dejar la Diócesis, que es la mía, y el corazón siempre sangra donde ama».
Pero por otro lado, monseñor Jiménez Zamora expresó su alegría, porque «el Señor se ha fijado de mí y me confía esta misión».
«Sé que parto para otra diócesis que es la misma Iglesia, encarnada en
Cantabria, y ya desde hoy cuento con el apoyo de nuestra madre bajo la advocación de la Bien Aparecida. Allí también hay hermanos en la misma fe, desde los sacerdotes, los religiosos y religiosas a los fieles laicos».
«Ya desde ahora los llevo en el corazón», subrayó monseñor Jiménez Zamora.
Asimismo, el obispo afirmó que irá a su nuevo destino «apoyado en la Palabra de Dios y en la fuerza de la gracia», dejándose «guiar por el Espíritu Santo».
Antes de establecer las prioridades pastorales de su Gobierno, el obispo dijo que tendrá que conocer mejor la Diócesis de Santander y «discernir con la ayuda del Espíritu Santo y el conocimiento de todos» los que integran esta iglesia particular.
Monseñor Jiménez Zamora nació en Ágreda (Soria) el 28 de enero de 1944. Fue ordenado sacerdote diocesano de Osma-Soria el 29 de junio de 1968. Es licenciado en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, en Teología Moral por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y en Filosofía por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma.
Su ministerio sacerdotal y episcopal está unido a su diócesis natal, en la que durante años impartió clases de Religión en Institutos Públicos y en la Escuela Universitaria de Enfermería, además fue profesor de Filosofía y de Teología en el Seminario Diocesano.
También desempeñó los cargos de delegado diocesano del Clero (1982-1995); Vicario Episcopal de Pastoral (1988-1993); Vicario Episcopal para la aplicación del Sínodo (1998-2004) y Vicario General (2001-2004). Fue, desde 1990 hasta su nombramiento episcopal, abad-presidente del Cabildo de la Concatedral de Soria.
En la Conferencia Episcopal Española es miembro de las Comisiones Episcopales para la Doctrina de la Fe y Pastoral Social.
