«El paso del huracán Dean por nuestro país dejó numerosas pérdidas materiales. Una mayor cultura de prevención ante estos fenómenos evitó que las pérdidas humanas fueran mayores», explica en un comunicado de la Pastoral Social-Caritas mexicana.
«Sin embargo, los desastres naturales siempre terminan por descubrirnos los rasgos de los pobres y la vulnerabilidad de millones de mexicanos que viven en sitios de alto riesgo porque la miseria y la pobreza los han orillado a ubicar a sus familias en zonas marginadas», añade la nota..
«Hoy que ha pasado el impacto mediático del huracán, no debemos olvidar seguir haciendo manifiesta nuestra solidaridad con quienes perdieron su patrimonio o sus medios de subsistencia», agregan, e informan que las ciudades más afectadas fueron Hidalgo (Tulancingo), Veracruz (Papantla) y la zona de la sierra de Puebla», invita Cáritas.
Para quienes deseen hacer donaciones en efectivo para los afectados por el huracán, Caritas puso a disposición la Cuenta Bancaria 100 de Banamex, Sucursal 746, a nombre de Caritas Mexicana I.A.P.
«El apoyo a nuestros hermanos en desgracia en estos momentos debe ser un primer paso, sin embargo, los católicos estamos llamados de manera permanente a la solidaridad, a eso nos llamó el Santo Padre Juan Pablo II cuando nos dijo: “se trata no sólo de aliviar las necesidades más graves y urgentes mediante acciones individuales y esporádicas, sino de poner de relieve las raíces del mal, proponiendo intervenciones sobre las estructuras sociales, políticas y económicas para lograr una sociedad más justa y solidaria”», concluye el comunicado.
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Sep 02, 2007 00:00