Según el prelado, su lectura hará mucho bien «a los obispos, presbíteros, religiosos y religiosas, teólogos e informadores religiosos»; aunque confesó que «sueña» sobre todo «con el bien que pueda hacer a los jóvenes».
Monseñor Blázquez se refirió a la gran difusión que está teniendo el libro (en España: 50.000 ejemplares agotados de la primera edición el 28 de agosto y 70.000 nuevos ejemplares de la segunda edición que aparecerán la semana próxima; en el mundo: más de 1,5 millones vendidos hasta agosto), y añadió que «no sólo está siendo difundido, sino leído».
Para el presidente de la CEE, la clave metodológica de la obra de Joseph
Ratzinger es «presentar al Jesús de los Evangelios como el Jesús real, histórico, en sentido propio y verdadero». Ante «tantas presentaciones de Jesús» en las que uno se pregunta si se presenta a Jesús, o al liberal o revolucionario que el autor «lleva dentro» (porque «a veces esas biografías se parecen demasiado al que las hace»), monseñor Blázquez subrayó que la opción metodológica de Benedicto XVI se ciñe a los Evangelios, que «transmiten al Jesús que ha existido».
Respecto al contenido, el prelado dijo que el Papa ha querido «responder a los intentos de reducción de la figura de Jesús», presentando a Jesucristo en su «condición de Hijo único», en «comunión con Dios Padre». Ante la aceptación de un «Cristo rebajado», el obispo de Bilbao ve también en el libro del Papa un intento de «salir a la provocación de la cultura y el ambiente».
«El arraigamiento de Jesús en Dios es el punto de apoyo en el que se basa el libro», añadió monseñor Blázquez, mientras destacaba también otro aspecto de la obra: la formación de la Iglesia en el mismo desarrollo de la predicación de Jesús, porque «el Papa, como nosotros, ha recibido a Jesús en el seno de la Iglesia».
Por otra parte, el prelado alabó el «don de la palabra» del autor y destacó el «equilibrio entre la hondura de la reflexión y la transparencia de la exposición» como un «arte». En este sentido confesó sentir cierta «envidia» por la capacidad de Benedicto XVI para unir a la «densidad» de su pensamiento, la «belleza en la formulación».
El presidente de la CEE respondió a los periodistas sobre la oportunidad del libro en la actual situación de la sociedad española, porque «cuando las cosas pueden aparecer con dificultades, necesitamos ir al centro de nuestra fe» y desde este punto de vista, también es importante el libro del Papa, porque presenta a Jesús como «el corazón de la Iglesia y del Evangelio».
«Jesús tiene que ser especialmente escuchado, estudiada su persona por cada generación; y más ante la dificultades», concluyó.
