La petición por Lave, desde hace 13 años en el corredor de la muerte, resonó en el XII Congreso Internacional de Pastoral de las Cárceles, que se está celebrando en Roma.
El purpurado italiano pidió que las autoridades del Estado norteamericano salven la vida al prisionero o que al menos suspendan la ejecución para que pueda ser revisado el proceso.
El presidente del Consejo vaticano subrayó que «la inhumanidad y la inutilidad de la pena de muerte» y constató que «empobrece a la sociedad que la legitima y la práctica», entre otras cosas, porque no deja posibilidad de rehabilitación para los condenados.
Martino apoyó una campaña promovida por la Comunidad de San Egidio, movimiento eclesial, para salvar la vida de Joseph Lave.