El padre Federico Lombardi, S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, recalca la importancia de la salvaguarda de la Creación en el último número del semanario «Octava Dies», producido por el Centro Televisivo Vaticano, del que es también director.
Y recuerda cuanto dijo recientemente Benedicto XVI en Loreto: «A las nuevas generaciones les está confiado el futuro del planeta, en el que son evidentes los signos de un desarrollo que no siempre ha sabido tutelar los delicados equilibrios de la naturaleza».
«Antes de que sea demasiado tarde –prosiguió entonces el Santo Padre— hay que tomar decisiones valientes, que sepan recrear una fuerte alianza entre el hombre y la tierra».
El Papa –apunta el padre Lombardi— ha seguido insistiendo en que es necesario «invertir esas tendencias que corren el riesgo de llevar a situaciones de degradación irreversible».
«En Viena –sigue el portavoz vaticano— ha recordado que el domingo “es la fiesta semanal de la creación: la fiesta de la gratitud y del gozo por la creación de Dios”».
De hecho el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia dedica una sección entera al mismo tema, «con muchísimas citas del [Concilio] Vaticano II y del magisterio de Juan Pablo II –añade el padre Lombardi–. No se trata por lo tanto de una novedad, sino de la insistencia sobre una urgencia de la que la humanidad se va haciendo hoy, gradualmente, más consciente ante las tragedias ambientales y los riesgos cada vez más graves que pesan sobre el futuro de la humanidad».
Además «la salvaguarda de la Creación es un terreno de natural colaboración ecuménica e interreligiosa –observa–: el reciente simposio itinerante encabezado por el Patriarca ortodoxo Bartolomé en Groenlandia para llamar la atención sobre el derretimiento del hielo ártico ha sido de ello una ulterior confirmación».
«Quien reconoce que el mundo está creado por Dios sabe de hecho que es responsable no sólo ante las generaciones futuras, sino también ante su juez, que le ha confiado un don inestimable que hay que administrar sabiamente. Así que los creyentes se encuentra naturalmente en primera línea en el frente de la salvaguarda de la Creación», concluye.