PILAR (BUENOS AIRES) , viernes, 9 noviembre 2007 (ZENIT.org–Aica).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, aseguró a los obispos que el papa Benedicto XVI «conoce bien la situación de la Iglesia en Argentina» y les alentó a «continuar con entusiasmo en su misión al servicio del Evangelio».
En particular, el colaborador más cercano del Santo Padre en la guía de la Santa Sede alentó a los prelados a esforzarse «por ser guías firmes y padres solícitos de la grey confiada a sus cuidados pastorales, custodiando la sana doctrina y promoviendo incansablemente obras de justicia y caridad».
«Su Santidad los apoya siempre y los acompaña con la oración, y los recuerda especialmente en la celebración cotidiana de la santa misa», subrayó el purpurado italiano al presidir el Tedéum por la beatificación de Ceferino Namuncurá, que cerró las deliberaciones de la 94ª Asamblea Plenaria del Episcopado, que desde el lunes sesionó en la casa de ejercicios El Cenáculo – La Montonera, de Pilar.
La Eucaristía fue concelebrada por el arzobispo de Buenos Aires y presidente del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio, y por el arzobispo emérito de Paraná, monseñor Estanislao Karlic, a quien felicitó previamente porque el 24 de noviembre será creado cardenal de la Iglesia.
Tras pedirle a los obispos que transmitan este saludo del pontífice a sus sacerdotes y comunidades, el cardenal Bertone hizo hincapié en la homilía en la misión específica del obispo, en particular la oración y el compromiso de «dar nuevo vigor a la comunión eclesial y conservarla, en primer lugar, entre ustedes mismos y también entre sus comunidades diocesanas».
El enviado papal para la beatificación de Ceferino Namuncurá consideró, además, necesario «una acción catequética y una educación cristiana que forme un laicado sólido y convencido», y estimó que «hace falta que la Iglesia no sea percibida como una simple organización humanitaria, sino en su realidad más auténtica, como familia de Dios animada por el amor de Cristo, cuyo objetivo es hacer llegar a cada hombre y mujer el mensaje íntegro de la salvación».
Por último, el cardenal Bertone instó a los obispos a «caminar con la confianza puesta en Dios, fieles a su misión de enseñar al pueblo fiel con la palabra y con el ejemplo de vida», y pidió a «la Virgen María, a la que el pueblo argentino se dirige con filial devoción invocándola con muchas y bellas advocaciones, nos sostenga y guíe en nuestro ministerio pastoral».