CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 19 noviembre 2007 (ZENIT.org).- Formación permanente para las personas consagradas. Es la idea fundamental de la «Escuela Práctica de Teología y Derecho para la Vida Consagrada» que ha empezado este mes de noviembre en la Pontificia Universidad Urbaniana.
La escuela ofrece cursos «particularmente útiles para los miembros de las curias generales y para los religiosos que deseen profundizar aspectos teológicos y jurídicos de su vida», explica la nota informativa de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el organismo vaticano que impulsa esta oferta formativa.
Esta escuela ofrece cursos que tienen validez académica –como opcionales– y están reconocidos por las Universidades Pontificias de Roma.
Las clases se imparten los miércoles por la tarde, de noviembre a abril, en la sede de la Pontificia Universidad Urbaniana.
El temario se divide en aspectos organizativos, derecho canónico y cuestiones sobre vida consagrada.
Las cuestiones de este año sobre funcionamiento de algunas oficinas se referirán por una parte a la «Oficina de prácticas civiles y reconocimientos jurídicos», a cargo de sor Annunziata Remossi, OMVF, mientras que la hermana Carmen Ros, NSC, hablará de «Las relaciones periódicas con la Santa Sede».
Las clases de derecho canónico se centrarán en «El derecho de los institutos religiosos», a cargo del padre Waldmar Barszcz, TOR, y las «Sociedades de vida apostólica», por la religiosa Sharon Holland, IHM.
Sobre vida consagrada disertarán varios profesores, como el padre Pier Giordano Cabra, FM, que hablará sobre «Vida fraterna y servicio de la autoridad en la vida consagrada» o «Vida espiritual», que irá a cargo del jesuita y artista padre Marko I. Rupnik.
Otros temas a tratar serán la castidad, la pastoral vocacional, la relación entre vida consagrada y movimientos eclesiales y los aspectos que unen a la vida consagrada con el mundo multicultural y globalizado.
La escuela se llama «práctica» porque como explican los organizadores «orienta la reflexión y el estudio sobre la vida concreta de los institutos y su organización eclesial».
Pueden participar en la escuela las personas consagradas que lo deseen, también como oyentes.