SALAMANCA, lunes, 25 noviembre 2007 (ZENIT.org).- El altar de la inconclusa Basílica de Santa Teresa de Jesús, en Alba de Tormes, Salamanca, donde se conserva la reliquia del cuerpo de la doctora mística, estará concluido dentro de diez meses.

Esta Basílica sufrió los mismos avatares que el cristianismo en España en el primer tercio del siglo XX. Entonces quedó interrumpida y, ahora, con el impulso del actual obispo, las obras siguen adelante hasta su conclusión.

Ahora que se celebran veinticinco años de la visita a Alba de Tormes de Juan Pablo II, que vino para celebrar el IV Centenario de la muerte de Santa Teresa de Jesús, la providencia ha querido que la Basílica Teresiana reanude sus obras, para concluir el proyecto iniciado hace ya más de un siglo.

El obispo de Salamanca, Carlos López Hernández, firmó el pasado 8 de noviembre, en la propia basílica, el acta de replanteo con el arquitecto de la obra, Ricardo Pérez, y el constructor, Jesús Yáñez, por el que los trabajos se iniciarán de forma inminente.

Un anterior obispo de Salamanca, Tomás de Cámara y Castro, comenzó la construcción de la Basílica de Santa Teresa, en 1898. Al morir este, la construcción estaba bastante avanzada pero las graves dificultades surgidas en la primera mitad del siglo XX en España no permitieron a los obispos posteriores continuar las obras.

Desde 1980, los obispos de Salamanca continuaron las obras con nuevo empeño, con la inestimable y entusiasta colaboración de José Sánchez Vaquero, el nuevo promotor principal de esta Basílica.

«Es mi deseo firme, como actual obispo de Salamanca, proseguir la construcción hasta su terminación, en la medida de nuestras posibilidades --explica en la página web de la basílica el actual obispo Carlos López Hernández--. Hasta el momento, están concluidas las fases primera y segunda, que incluyen las capillas y las naves laterales; y nos disponemos a iniciar una tercera fase, para terminar la cubierta de la nave central y el crucero».

El acto también contó con los dos principales promotores de la conclusión de la Basílica, el padre José Sánchez Vaquero y Florentino Gutiérrez, actual vicario general de la diócesis de Salamanca y párroco de Alba de Tormes durante varias décadas.

El arquitecto explicó que las obras, calculadas en diez meses y una inversión de en torno al millón de euros se centrarán, en las tres primeras semanas, en colocar los andamios para construir la cubierta desde la mitad hacia el altar. Las obras arrancarán desde donde llevan paradas más de un cuarto de siglo.

«Merecía la pena mantener lo que había y continuar, aunque la idea original de Repullés era inabarcable, por eso se desechó», matizó el arquitecto.

La cubierta se hará en madera vista laminada, por ser un material perdurable, así como cierres de ladrillo, un material muy utilizado en iglesias, y planchas de cobre, elemento también perdurable y que no desentona con el resto.

También se está trabajando en el resto del proyecto, con un presupuesto total de unos cuatro millones de euros, por lo que son necesarios otros tres millones para concluir las obras.
En esta siguiente fase, en la medida en que lo permita lo recabado, se actuará en servicios añadidos, como un Centro de Recepción de Peregrinos y una hospedería, dentro de la iniciativa de aprovechar que Alba de Tormes pueda ser Centro Teresiano Mundial y destino de los viajes de peregrinos que quiere poner en marcha El Vaticano, aprovechando la cercanía del aeropuerto internacional de Matacán.

Debido a las obras, las visitas a la Basílica Teresiana de Alba de Tormes quedan suspendidas, no así el aparcamiento en la zona junto a la Puerta del Río, pues las obras van de la mitad de la iglesia hacia el altar.

Para llevar a término el proyecto, que supera las posibilidades económicas de la diócesis de Salamanca en este momento, es precisa la colaboración de las instituciones públicas y sociales, y de los fieles devotos de Santa Teresa, de donde quiera que procedan, así como de los fieles católicos salmantinos, indica el obispo.

Si la idea que ofrecía el antiguo proyecto de Repullés era «entrar en el Castillo interior», en este nuevo proyecto de Pérez Rodríguez-Navas, animado fundamentalmente por José Sánchez Vaquero, se trata de hacer un homenaje a la espiritualidad cristiana.

La simbología que mejor lo expresa será la luz que inundará la Basílica, desde las vidrieras que coronan el templo. Los motivos de estas cristaleras se centrarán en Teresa de Jesús y todas sus fundaciones, y un conjunto de mujeres espirituales, y santas, que pueden resumir lo mejor de la espiritualidad cristiana: Catalina de Siena, Brígida, Isabel de Portugal, Gertrudis, Teresa Benedicta de la Cruz, Teresita del Niño Jesús, Rosa de Lima, Maravillas de la Cruz, Juliana de Cornillón, Clara, Eduvigis y Escolástica.

El presupuesto total de la obra se acerca a los 4.300.000 euros. Si se descuentan los 1.016.276 euros que se van a destinar a la fase que se inicia ahora, para concluirla, con el presupuesto previsto, faltarían 3.283.724 euros.

«Ésta es la cantidad que con urgencia, pedimos a nuestros colaboradores. Tengamos en cuenta que cuanto más retrasemos nuestro contrato con la empresa constructora para las siguientes fases, más subirá el presupuesto, ya que sería una pena tener que alejar de la Basílica los andamios y la grúa, con lo que supone de gasto, para traerlos más adelante», señaló Florentino Gutiérrez, vicario general, durante la rueda de prensa del pasado 21 de septiembre.

Existen diversos modos de colaboración económica. A través de un ingreso bancario en diferentes cuentas al efecto, entrega en mano en la Casa de la Iglesia, y haciendo a la Junta Pro Basílica Teresiana partícipe de una herencia, a través de su notaría.

A este respecto D. Luis Rincón, ecónomo diocesano, recordó que «las aportaciones económicas que se entreguen para la Basílica Teresiana pueden servir para desgravar en la declaración de la renta, solicitando justificante en el Obispado».

Para mayor información: www.labasilicateresiana.com, www.basilicadesantateresa.blogspot.com.