MADRID, martes, 12 febrero 2008 (ZENIT.org–Veritas).- El presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, el arzobispo Claudio María Celli, afirmó durante su ponencia en la Asamblea de Delegados Diocesanos de Medios de Comunicación Social, que se está celebrando en Madrid, que los medios de comunicación católicos, deben ser «una mano ante tanta gente que anda buscando y tiene una profunda nostalgia de Dios». «Una Iglesia que está cercana, que no está llamada a condenar, sino que sabe amar a este mundo, así como lo amaba Jesús. Que tiene capacidad de escuchar y de entender al hombre», mostró monseñor Celli.
Bajo el título «Desafíos de la Comunicación Eclesial», el presidente de este Pontificio Consejo destacó que son los diversos contextos y culturas los que requerirán «distintos modos de presencia y de lenguaje» y afirmó que «si bien la visibilidad de la Iglesia en los medios de comunicación no garantiza que esté evangelizando, una ausencia de visibilidad es signo de deficiencia en la Evangelización».
Por ello, monseñor Celli destacó que es necesario saber cuál es la imagen de la Iglesia que percibe la gente, «esta percepción condiciona en la misión que tenemos encomendada». «No tanto en nuestra estructuras o quehaceres cuanto en la manera que inculturizamos el mensaje del Evangelio, para que ilumine las preocupaciones más profundas de las personas», afirmó.
El presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales reconoció que existe una serie de dificultades que la Iglesia debe plantearse frente a los medios: «respecto al mensaje de fe, se privilegia al espectáculo; respecto a la tradición se privilegian las novedades; respecto a los bienes espirituales, los fenómenos tangibles; respecto a la estructura eclesial, la democracia liberal; respecto al Magisterio, privilegian a los disidentes; y respecto a la complejidad teológica, la banalidad de la comunicación».
Ante este contexto, monseñor Celli afirmó que los problemas de la presencia de la Iglesia en los medios son bien distintos dependiendo de los elementos culturales y explicó que no es lo mismo el papel de una radio católica en España, que el papel de una radio en Íbero América o en África.
Asimismo, durante su intervención, el prelado hizo alusión al mensaje del Papa ante la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales y explicó que «coloca a los comunicadores ante la necesidad de tomar decisiones» y convertirse en «servidores de una sociedad libre democrática y participativa».
Finalizó su ponencia monseñor Celli mostrando su aprecio hacia las personas que trabajan en los medios de comunicación, quienes «no siempre son valorados en sus esfuerzos de servicio a la verdad».