SANTA CLARA, sábado, 24 febrero 2008 (ZENIT.org).- Publicamos la crónica de la llegada del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de Benedicto XVI, a la diócesis de Santa Clara este viernes, redactada por Orlando Márquez, portavoz de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

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El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado de Benedicto XVI, fue recibido este viernes en esta diócesis con los versos musicalizados del poeta y prócer nacional José Martí, interpretados por un coro de niños que le esperaba a la entrada de la sede episcopal, a quienes obsequió un rosario bendecido por Benedicto XVI.

Tras su llegada al aeropuerto de la ciudad, donde le esperaban el obispo Arturo González y las autoridades civiles y políticas de la provincia, la comitiva encabezada por el cardenal Tarcisio Bertone se trasladó rápidamente a la sede episcopal, cuya fachada fue engalanada con las banderas de Cuba y la Santa Sede , y un gran retrato de Benedicto XVI junto a su Secretario de Estado. Una multitud de personas aguardaban al visitante dentro y fuera del edificio.

Al canto de cultivo una rosa blanca para un amigo sincero», el cardenal Bertone respondió que intenta ser un amigo sincero de esta diócesis, que visita por tercera vez, y como prueba de ello mostró a todos el pectoral que llevaba en esta ocasión, «un regalo -dijo- del obispo Fernando Prego», ya fallecido y primer pastor de esta sede.

En sus palabras de bienvenida, monseñor Arturo González, obispo de Santa Clara, expresó su profunda gratitud al «poder compartir unas horas con Su Eminencia el cardenal Bertone y sus acompañantes, que indudablemente serán para nosotros un paso del Señor, un momento de gracia. ¡Qué pena que sean tan pocas! - agregó en tono humorista y melancólico -, pues como decimos en Cuba, ‘la alegría en casa de los pobres dura poco'«. «Sea bienvenido -concluyó- y que el cantar de nuestros niños, interpretando los versos del apóstol nacional José Martí, logren trasmitirle el calor de nuestra amistad agradecida y el deseo de bien para todos los seres humanos».</p>

En un fluido español, el Secretario de Estado de la Santa Sede agradeció el canto de los niños, especialmente de una niña solista del coro a quien sonriente le llamó «digna de la Scala de Milán». Al saludar a los presentes, el cardenal Bertone expresó su satisfacción por estar nuevamente en Santa Clara. «Les manifiesto con sinceridad el gozo que siento por estar aquí, para compartir con ustedes su alegría al recordar la vista del Papa Juan Pablo II a esta ciudad hace diez años».

En esta diócesis, donde Juan Pablo II celebró su primera misa en Cuba, el cardenal Bertone dejará inaugurado este sábado un monumento en honor al fallecido pontífice. «Con la inauguración del monumento en honor de Juan Pablo II -expresó- no sólo se hará perdurable la memoria de su presencia en esta ciudad, sino que también será una ocasión para recordar, continuamente, la perenne actualidad de su mensaje, lleno de fe y de esperanza y, de modo especial, sus palabras a favor del matrimonio y de la familia».

El ilustre visitante finalizó su saludo con unas palabras dirigidas a los trabajadores del obispado de Santa Clara, a quienes invitó «a trabajar siempre muy unidos a su obispo, como colaboradores cercanos en su misión pastoral, experimentando así el gozo de sentirse miembros vivos y activos de la Iglesia de Cristo».

El cálido recibimiento concluyó con la famosa «Guantanamera» cubana interpretada por el coro de niños, mientras un sonriente Secretario de Estado de la Santa Sede batía palmas y movía ligeramente los pies al ritmo de la música.

Al concluir su programa en Santa Clara, el cardenal Tarcisio Bertone visitará las diócesis de Santiago de Cuba y Guantánamo-Baracoa.