ROMA, martes, 12 febrero 2008 (ZENIT.org).- El grito de paz de los cristianos libaneses se ha elevado en Roma con un «Concierto de la esperanza».

«Normalmente usamos la voz para hablar, para dialogar, para gritar y para discutir... pero esta tarde escucharemos la expresión sublime de la voz humana que eleva el corazón hacia los sentimientos más nobles y en modo especial hacia Dios», explicó el padre Daoud Reaidy, superior de la comunidad de la Orden Antoniana Maronita en Roma, al inaugurar el acto musical el 8 de febrero, en la basílica de Santa María in Trastevere.

Al día siguiente, los cristianos maronitas celebraban a san Marón, monje que vivió entre los siglos IV y V, como eremita en Siria, ganándose la fama de taumaturgo y gozando de una gran reputación como director espiritual. Es el patrón de esta Iglesia unida a Roma, la más numerosa en el Líbano.

En su discurso, el padre Reaidy hizo referencia a la «situación problemática» de este país, que tras la reciente guerra, ahora vive un momento de crisis institucional, pues sus representantes hasta ahora han sido incapaces de elegir un presidente,

Ahora bien, añadió el sacerdote, los maronitas miran al futuro con la «esperanza evangélica, siguiendo las huellas de san Marón», patrono de su Iglesia.

«La difícil situación política de nuestro país a lo largo de la historia y las difíciles pruebas que hemos afrontado no han detenido nunca la creatividad de nuestro pueblo», recordó.

Una de las muchas expresiones de voluntad de recuperación y desarrollo del pueblo libanés, subrayó, es el coro de la Universidad Antoniana, que ofreció el concierto, dirigido por Toufic Maatouk, de la Orden Antoniana Maronita, que a lo largo de la velada presentó cantos de la tradición oriental maronita, «que se ha transmitido oralmente a través de los siglos, pero que tiene sus raíces en la Iglesia siríaca».

La facultad de la Universidad Antoniana ya desde los años ochenta, trabaja por la renovación del canto litúrgico antiguo conservando su modalidad siríaca, expresándolo en formas litúrgicas adecuadas al lenguaje musical.

Al día siguiente, con motivo de la misa para celebrar la fiesta de san Marón, se dio lectura a un mensaje del cardenal Nasrallah Boutros Sfeir, patriarca de Antioquía y de todo Oriente.

En el texto el patriarca pide oraciones «para que el Señor nos dé por intercesión de la Virgen y san Marón días mejores que estos perturbados que vivimos y que vivís también vosotros con los libaneses, en un ambiente de ansiedad».

«El Señor, que ha salvado a nuestra Iglesia durante su larga historia de tantas crisis y tantos males, la ayudará a superar este periodo difícil que está atravesando», concluye el mensaje leído durante la celebración en la iglesia del patrono de los maronitas, en el Colegio Maronita de Roma.

La Iglesia católica maronita pertenece al rito siriaco-arameo, que ha guardado las más puras tradiciones de la Iglesia primitiva. Mantiene su liturgia y calendario propios.

Por Tony Assaf, traducido del italiano por Nieves San Martín