ROMA, miércoles, 13 febrero 2008 (ZENIT.org).- Cinco cardenales han enviado una carta invitando a los purpurados de todo el mundo a unirse a ellos para pedir a Benedicto XVI que declare un quinto dogma mariano que «proclamaría la plena verdad cristiana sobre María».
El texto, dado a conocer la semana pasada, incluye la petición al Papa de proclamar a María «Madre espiritual de toda la humanidad, corredentora con Jesús Redentor, mediadora de todas las gracias con Jesús único mediador, abogada con Jesucristo en favor del género humano».
Los firmantes de la carta son cinco de los seis cardenales promotores del simposio internacional sobre la Redención mariana, celebrado en Fátima en 2005: Telesphore Toppo, arzobispo de Ranchi (India); Luis Aponte Martínez, arzobispo emérito de San Juan (Puerto Rico); Varkey Vithayathil, arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly (India); Ricardo Vidal, arzobispo de Cebú (Filipinas); Ernesto Corripio y Ahumada, arzobispo emérito de Ciudad de México.
El cardenal Edouard Gagnon, fallecido en agosto pasado, era el sexto cardenal promotor de la conferencia de 2005. Fue presidente del Consejo Pontificio para la Familia de 1974 a 1990, cuando se retiró.
El secretariado de los cinco cardenales ha difundido la versión inglesa de la carta, que incluye una traducción y el texto original en latín del «votum», o petición, formulado en 2005 y presentado formalmente al Papa por el cardenal Toppo en 2006.
«Creemos –afirma la declaración– que es el momento oportuno para una solemne definición o clarificación sobre la constante enseñanza de la Iglesia respecto a la Madre del Redentor y su cooperación única en la obra de la Redención, así como su papel en la distribución de la gracia y en la intercesión por la familia humana».
Subrayando las preocupaciones ecuménicas, la petición añade: «Es muy importante […] que las personas de otras tradiciones religiosas reciban la clarificación, al máximo nivel de auténtica certeza doctrinal que podamos proporcionar, de que la Iglesia católica distingue esencialmente entre el papel de Jesucristo, Redentor divino y humano del mundo, y la única pero secundaria y dependiente participación humana de la Madre de Cristo en la gran obra de la Redención».
El texto añade que el cambio sería «la máxima expresión de claridad doctrinal al servicio de nuestros hermanos y nuestras hermanas cristianos y no cristianos que no están en comunión con Roma».
La proclamación del quinto dogma mariano sería un «servicio de clarificación a las otras tradiciones religiosas y un proclamar la plena verdad cristiana sobre María».
«Esta iniciativa –añade la declaración– pretende también iniciar un diálogo mundial en profundidad sobre el papel de María en la salvación para nuestra época».
«Si este esfuerzo resultara coronado por el éxito, una proclamación sería un evento histórico para la Iglesia como quinto dogma mariano definido en su historia bimilenaria», afirman.
Según el cardenal Aponte Martínez, ha llegado «el momento de la definición papal de la relación de la Madre de Jesús con cada uno de nosotros, sus hijos terrenales, en sus papeles de corredentora, mediadora de todas las gracias y abogada».
«Proclamar solemnemente a María como madre espiritual de todos los pueblos quiere decir reconocer plenamente y oficialmente sus títulos y por tanto activar, reavivar las funciones espirituales, de intercesión, que ofrecen a la Iglesia para la nueva evangelización y para la humanidad, en la delicada situación mundial que vive actualmente», añade.
Traducido por Nieves San Martín