CARACAS, domingo, 17 febrero 2008 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Venezolana y el Consejo Nacional de Laicos han deplorado el atentado contra la sede de la nunciatura apostólica en ese país.
Un artefacto explosivo de bajo poder estalló el 14 de febrero en las puertas de la sede del representante del Papa en Caracas, causando daños menores. La fachada de la sede diplomática fue además pintada con consignas políticas.
Un comunicado emitido por la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana manifiesta su preocupación por el atentado, así como «por el brote de violencia política que se está manifestando en varias regiones del país».
Los prelados reiteran su «llamado a la calma, a la sensatez, al respeto a las libertades y derechos constitucionales, y al cultivo de un clima democrático».
«Pedimos a las autoridades correspondientes efectuar las investigaciones pertinentes para sancionar a los culpables de estos hechos de violencia. Igualmente solicitamos al gobierno nacional realizar las acciones conducentes a salvaguardar la sede diplomática del Vaticano, que es también para todos los católicos venezolanos la casa del Santo Padre en Venezuela».
Los obispos reiteran su apoyo al nuncio apostólico, el arzobispo Giacinto Berloco, y le garantizan sus oraciones «por sus intenciones así como por el buen desenvolvimiento de su gestión diplomática y pastoral».
Por su parte, el Consejo Nacional de Laicos ha confesado su alarma ante «esta escalada de violencia incontenida por parte de los agresores, cuyos fines no visualizamos, y alimentada por la desidia de las autoridades en brindar protección a una sede diplomática que en poco tiempo ha sido agredida en repetidas ocasiones».
El Consejo exige la respuesta de las autoridades.