MILÁN, martes, 13 mayo 2008 (ZENIT.org).- La Iglesia católica se está movilizando para salir en ayuda de las víctimas del terremoto que este lunes flageló la región de Sichuan, en Cina, según ha anunciado el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, obispo de Hong Kong.
En un encuentro con periodistas, organizado por la archidiócesis de Milán, el purpurado chino, que ha recibido la noticia en Italia, confesó su dolor por «la pérdida de tantas vidas humanas». En este martes, se habían contado al menos 12 mil muertos y todavía eran miles los sepultados.
«En Hong Kong haremos lo que siempre hacemos en estos casos: nos movilizaremos para ofrecer ayuda inmediata a la población golpeada y difundiremos un llamamiento a la comunidad católica para recoger ayudas de emergencia», anunció el cardenal.
«Estas ayudas las enviaremos después a China a través de la Cáritas y de la Cruz Roja –reveló–. Habrá que prever, también, intervenciones a largo plazo para la reconstrucción. Lo importante, cuando suceden calamidades semejantes, es no olvidarlas demasiado pronto, pues se necesitará un período largísimo antes de que la gente que vive en estas regiones pueda volver a la normalidad».
El cardenal Zen presidió este martes una vigilia de oración por China y por la Iglesia en el país en la iglesia de San Esteban de Milán.
Mientras tanto, según informa la agencia vaticana Fides, en las diócesis católicas más afectadas por el terremoto los obispos y sacerdotes están movilizando a los cristianos para que ofrezcan ayuda.
Según esta agencia de la Congregación para la Evangelización de lo Pueblos, en la diócesis de Cheng Du, en la provincia de Sichuan, cuarenta Iglesias han quedado golpeadas por el terremoto, entre ellas, una iglesia antigua ha quedado totalmente destruida.
En la diócesis de Chong Qing diez iglesias han sufrido daños serios, mientras que en la diócesis de Nan Chong tres iglesias han quedado inutilizables. Falta información de algunas comunidades católicas cercanas al epicentro, pues no funcionan las comunicaciones.