ROMA, viernes, 16 mayo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha alentado este viernes a la sociedad civil a unir esfuerzos para que la familia reciba apoyo, también a nivel político. Con este espíritu se ha convocado el congreso internacional que tendrá lugar en Roma el 28 y el 29 de noviembre de 2008 con el lema «Los padres constructores de la familia».
Participantes de todo el mundo se reunirán en con educadores, académicos y organizaciones no gubernamentales, para discutir sobre los retos y oportunidades que la familia encuentra en la actualidad y en un contexto mundial.
Claudia Sánchez, la directora ejecutiva de este Congreso Internacional de la Familia, que es la continuación del Congreso Europeo de la Familia que se organizó en 2007, promovido por el Instituto de Estudios Superiores de la Mujer en Roma, explica a Zenit que el encuentro responde al llamamiento del Papa con la voluntad de salir con propuestas concretas.
–¿Qué esperan de un congreso dedicado a los padres como constructores de la familia?
–Sánchez: Esperamos muchas cosas: es el tercer congreso que el Instituto de Estudios Superiores de la Mujer organiza en Roma sobre la familia y los frutos de estos congresos son cada vez mayores.
Uno de los beneficios que esperamos del International Family Congress (Congreso Internacional de la Familia) es alentar y unir esfuerzos entre quienes trabajan a favor de la familia.
Hay muchas personas, asociaciones y grupos en todo el mundo que están haciendo una labor valiosísima por la familia en diversos aspectos y sectores de la sociedad. Dar a conocer estos esfuerzos para encontrar los puntos de convergencia entre los diversos grupos, países, acciones…, y unirlos en un frente común que impacte más en la cultura y aporte sólidamente avances en beneficio de la familia.Juntos podemos lograr mucho más. Cuando nos unimos, el beneficio y el efecto del trabajo no sólo se suma, sino que se multiplica.
–¿Cree que la familia en Europa está más desintegrada que en otras zonas?
–Sánchez: Siempre la familia ha tenido que afrontar retos para mantenerse fuerte, sana y unida. Pero es cierto que la familia hoy, y de una manera particular, la familia en Europa, se encuentra en una situación muy difícil.
Hay una corriente social que tira fuertemente hacia el individualismo y el materialismo. También, en muchos países de Europa, falta un apoyo real y práctico a la familia por parte de los gobiernos.
El informe 2008 publicado por el Instituto de Política Familiar demuestra que sólo el 2,1% del PIB de Europa está destinada a la familia.
En Polonia, Malta, España, Bulgaria, Lituania, Italia, y Portugal es sólo el 1,2%. Esto nos hace ver que se da muy poco valor a lo que la familia aporta a la sociedad.
Desafortunadamente, muchos jóvenes europeos tienen una cierta «desilusión» o «escepticismo» hacia el matrimonio y la familia, una de las causas se debe a que ellos han sufrido la desintegración de sus familias.
–Según algunas estadísticas, la familia influye hoy sólo en un 20% en la transmisión de valores, mientras que los medios de comunicación tienen una influencia del 45%.
–Sánchez: Este dato en particular es de un estudio que se elaboró en México en 1996, (realizado por la Fundación Cultural Banamex, en México, por Enrique Alducin), y que buscaba identificar a los factores que influyen en la transmisión de valores.
El dato es un poco antiguo, pero expresa una tendencia que es muy actual: vemos que algunos medios de comunicación pueden diferir en el lineamiento de educación que están dando los padres a sus hijos: resaltan antivalores, hedonismo, materialismo…
De esta forma reduce la efectividad en la influencia educativa de los padres sobre sus hijos. Pienso, por ejemplo, en un estudio hecho por la Universidad de Kansas (USA) que demuestra que el 54% de los niños norteamericanos cuentan con una televisión en su propia habitación.
Según Brent Bozell, fundador y presidente del Consejo Televisivo de Padres (Parents Television Council), un niño pasa un promedio de 4-6 horas diarias viendo TV; este mismo niño pasa sólo 15 minutos de tiempo diario de calidad con su papá. ¡Esto dice mucho! Si le sumamos el 2,30 de horas promedio que pasa en Internet, las horas dedicadas a escuchar música o a jugar videojuegos y a estar en contacto con amigos y aún desconocidos, a través de todas las pantallas a su alcance, podemos afirmar que su mundo, sus temas de interés y motivaciones, los estímulos e ideas que recibe de todo este entorno mediático son poderosamente superiores a los que hoy ejercen los padres de familia.
–¿Cómo han llegado a la certeza, ilustrada en el folleto informativo del congreso, de que los hijos provenientes de familias de padres casados son menos propensos a caer en problemas de drogas, en actividades delictivas o enfermedades psicológicas?
–Sánchez: Esta comprobado que los hijos de familias de padres casados son menos propensos a caer en problemas de drogas, delincuencia, enfermedades psicológicas. Aunque esto no significa que un niño cuyos padres no están casados, automáticamente vaya a caer en estos problemas.
Sin embargo, los estudios y la evidencia que se ha recogido por diferentes instituciones en diversos países del mundo demuestran que hay mayor probabilidad de que surjan este tipo de problemas en los hijos cuando falta una estructura familiar natural y estable.
Citamos por ejemplo, un documento del 2005 hecho por el Instituto para el Matrimonio y las Políticas Públicas (Institute for Marriage and Public Policy) en los Estados Unidos en que evalúa cerca de 25 estudios elaborados entre el 2000-2005 sobre crimen y estructura familiar; también en el estudio, firmado por Gunilla Ringbäck Weitoft de la Comisión Nacional de Salud y Bienestar de Suecia, en el 2003 sobre la monoparentalidad y la salud mental.
Más información sobre el congreso: csanchez@inteducators.org
Por Miriam Díez i Bosch