Las heridas sangrantes de la libertad religiosa

Un informe anual critica la falta de medidas

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ROMA, domingo, 18 mayo 2008 (ZENIT.org).- El 2 de mayo la Comisión Internacional de Libertad Religiosa de Estados Unidos publicaba su Informe Anual 2008, junto con sus recomendaciones a la Secretaria de Estados, Condoleezza Rice, sobre los países de especial preocupación.

La comisión se creó por la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998. La ley establece que los Estados Unidos nombren, como países de especial preocupación (CPC), a aquellos estados cuyos gobiernos están implicados o toleran violaciones sistemáticas y notorias de la libertad religiosa.

«El año pasado, la represión violenta por parte de gobiernos contra comunidades religiosas en China, Birmania y Sudán, entre otros países, confirma que la libertad religiosa es un derecho humano vulnerable que la comunidad internacional debe proteger», afirmaba el presidente de la comisión, Michael Cormartie, en un comunicado de prensa.

Las recomendaciones de la comisión para la lista de CPC 2008 son Birmania (también conocida como Myanmar), Corea del Norte, Eritrea, Irán, Pakistán, China, Arabia Saudí, Sudán, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam.

La designación actual de un país como CPC depende de la decisión del departamento de estado de Estados Unidos.

Las recomendaciones son las mismas que en el 2007, y la comisión repitió su petición del año pasado de que el departamento de estado volviera a poner en la lista CPC a Vietnam, de la que se quitó en el 2006.

En una nota de prensa, la comisión reconocía que Vietnam había hecho «notables progresos», pero indicaba, al mismo tiempo, que había habido «abusos persistentes, discriminación y restricciones».

La carta de la comisión a Condoleezza Rice daba más detalles sobre Vietnam, indicando que, durante el viaje por el país en octubre de 2007, encontró que el progreso de mejora de la libertad religiosa ha avanzado de forma desigual. La comisión también defendió, discrepando del punto de vista del departamento de estado, que sigue habiendo «presos de conciencia» religiosos en Vietnam. Además, las autoridades también limitan los derechos humanos en general, concluía la carta.

De hecho la carta de la comisión al departamento de estado habla abiertamente de su disgusto por la falta de actuación en países que limitan gravemente la libertad religiosa. La carta observaba que el departamento de estado no ha señalado a ningún país para la lista CPC desde noviembre de 2006.

Esta dejadez «puede enviar la desafortunada señal de que el gobierno de Estados Unidos no está lo suficientemente comprometido» para buscar mejoras en países que comenten graves violaciones de la libertad religiosa, declaraba la carta de la comisión.

Preocupación por Irak

La comisión también publica una «lista de seguimiento» que enumera los países donde las violaciones son graves, aunque menos que en el grupo CPC. La lista está compuesta por los siguientes países: Afganistán, Bangla Desh, Bielorrusia, Cuba, Egipto, Indonesia y Nigeria.

De igual forma, la comisión manifestaba su profunda preocupación por la libertad religiosa en Irak. En el 2007, Irak fue incluido en la lista de seguimiento, pero este año la comisión hará en breve una visita a Irak para investigar la situación. Tras la visita la comisión publicará un informe, junto con algunas recomendaciones sobre qué calificación dar a Irak.

Entretanto la comisión expresaba su preocupación por las «condiciones especialmente calamitosas que afectaban a los no musulmanes en Irak», diciendo que la minoría se enfrenta a una extendida violencia de los insurgentes sunnitas y de los extremistas extranjeros, y también a la persecución y discriminación de las autoridades del gobierno.

Otro país sobre el que el informe de la comisión expresaba su preocupación por la actitud del departamento de estado es Arabia Saudita. Tras la recomendación hecha por la comisión en el 2004, este país fue incluido en la lista CPC. En el 2006, sin embargo, el departamento de estado lo sacó de la lista.

En su informe del 2008, la comisión comentaba que tras dos visitas a Arabia Saudita en el 2007, el equipo quedó impactado por la falta de libertad religiosa. De hecho, indicaba el informe, las promesas hechas por las autoridades sobre los pasos a dar para permitir más libertad religiosa están por cumplirse. Y no sólo esto, durante las visitas de la comisión, el gobierno saudí rechazó las peticiones de encuentros con algunos funcionarios clave.

Otra de las conclusiones extraída de las visitas es que las autoridades saudíes siguen restringiendo gravemente toda forma pública de expresión religiosa fuera de la versión oficialmente aprobada del Islam sunnita. «Esta política viola los derechos de grandes comunidades de musulmanes de varias escuelas del Islam que residen en Arabia Saudita», indicaba el informe.

La comisión también subrayaba que el gobierno saudí financia colegios religiosos y literatura que apoya la intolerancia y, en algunos casos, la violencia hacia los no musulmanes y hacia aquellos musulmanes no aprobados por las autoridades.

Avances en medio de dificultades

Volviendo a Asia, el informe lamentaba las graves violaciones de la libertad religiosa en China pero también observaba que, a pesar de la represión, las comunidades religiosas están creciendo rápidamente. Las autoridades se esfuerzan por restringir la religión a las asociaciones aprobadas por el gobierno y en ocasiones están implicadas en «brutales abusos» contra los grupos no registrados, comentaba la comisión.

Los grupos protestantes con iglesias hogar y los sacerdotes católicos clandestinos siguen sufriendo la coerción más intensa, según el informe. También observaba que el gobierno chino sigue con sus actuaciones de demolición de estructuras y estatuas budistas tibetanas. Las autoridades incluso reconocen que más de 100 monjes y monjas budistas tibetanos están encarcelados, añadía el informe.

Myanmar ha sido otro de los países señalado por la comisión por sus violaciones de la libertad de religión. De hecho, el ya deficiente expediente de derechos humanos se deterioró aún más el año pasado, indicaba el informe.

Entre los últimos abusos el informe mencionaba la actuación violenta llevada a cabo por la junta militar al poner fin a las demostraciones pacíficas de los monjes budistas en septiembre de 2007. Se informó de la muerte de al menos 30 personas, aunque algunos estiman que el número es mucho mayor, observaba la comisión. Miles de personas fueron arrestadas y cientos todavía permanecen en prisión.

La situación no es mejor en Corea del Norte, indicaba el informe, donde «la libertad de pensamiento, conciencia, y religión o creencia, no existe». Según la comisión, no hay evidencias de que la situación de la libertad religiosa haya mejorado el año pasado. Informes de algunos refugiados hablan de cerca de 6.000 cristianos prisioneros en un campo al norte del país.

El más violento

En África la comisión observaba que en el pasado había marcado a Sudán «como el más violento infractor en el mundo del derecho a la libertad de religión o creencia». La situación ha mejorado en los últimos tiempos, pero sólo en la parte sur del país.

En el norte, se han dado pocos cambios y todos los ciudadanos, incluidos los cristianos y los seguidores de las religiones tradicionales africanas, están sujetos a la ley islámica de la shariah. Los musulmanes reciben un trato preferencial cuando acceden a los servicios del gobierno, y la conversión del Islam es un crimen que se castiga con la muerte.

Otro país africano examinado en el informe de la comisión ha sido Nigeria, donde se considera «inadecuada» la respuesta dada por el gobierno a los problemas persistentes que amenazan la libertad religiosa.

Entre los problemas mencionados por el informe están la expansión de la shariah al código criminal de algunos estados del n
orte de Nigeria, y la discriminación en contra de las comunidades minoritarias de cristianos y musulmanes.

En los últimos años, Nigeria también se ha visto gravemente afectada por la violencia étnica y religiosa. El año pasado la situación mejoró algo, pero incluso así el informe hablaba de que decenas de personas han sido asesinadas y decenas de iglesias y mezquitas destruidas por la violencia en algunas ciudades y aldeas de varias partes del país.

Uno de los últimos países mencionados en el informe es Rusia. Aunque la nación no ha sido incluida por la comisión en ninguna de sus listas, el informe expresaba, no obstante, su preocupación por la situación cada vez más frágil de los derechos humanos en Rusia, que afirma que afecta directamente al estado de la libertad religiosa.

Los grupos religiosos minoritarios siguen enfrentándose a algunas restricciones en sus actividades religiosas, afirmaba el informe, y uno de los mayores problemas es la falta de una política nacional clara en los asuntos religiosos. Esto significa que el estatus de la libertad religiosa varía dramáticamente de región a región.

Como el informe muestra claramente, la libertad religiosa está amenazada en muchos países. No resulta tan fácil, sin embargo, lograr convencer a los gobiernos para que tomen medidas que cambien la situación.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

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ZENIT Staff

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