ASUNCIÓN, viernes, 23 mayo 2007 (ZENIT.org).- Mientras en Paraguay surgen conflictos e invasiones de tierras, la diócesis de San Pedro, escenario de violentas confrontaciones por la propiedad de la tierra, ha emitido un comunicado llamando a la cordura y criticando la pasividad del Estado.
Los primeros focos de conflicto por tierras se han dado en la zona del décimo departamento donde gran parte de las propiedades son utilizadas para la agricultura empresarial. El ambiente es de zozobra ante la amenaza de los autodenominados «sintierra» de ocupar a la fuerza las tierras de los brasiguayos (brasileños afincados en Paraguay) y en otros casos de paraguayos.
Casi todas las tierras amenazadas son productivas. Existen plantaciones de maíz y soja, que son de entre zafra.
Actualmente, existe conflicto en San Alberto, Santa Rosa del Monday e Itakyry. En este último municipio se presenta una situación «sui generis». Esto debido a que por un lado campesinos acusan a brasiguayos de querer despojarles de sus propiedades. Por otro lado, los indígenas acusan a los «sintierra» de estar invadiendo sus fincas.
La situación es más crítica ante la tibia actuación de la Policía y el Ministerio Público en los conflictos por la tierra.
Mediante un comunicado, la diócesis de San Pedro, escenario de violentas confrontaciones por la propiedad agrícola, advirtió que la toma de tierras puede generar más violencia y desembocar en enfrentamientos fratricidas.
La diócesis, de la que en el pasado fue titular el ex obispo y hoy Presidente Fernando Lugo, publicó el fin de semana un comunicado censurando las continuas invasiones de tierras y las amenazas de nuevas acciones por parte del movimiento autodenominado «Los Sintierra».
El comunicado, firmado por monseñor Adalberto Martínez, señala que «las últimas ocupaciones de propiedades privadas y las amenazas de seguir por ese rumbo, así como los gestos y declaraciones que se apartan del respeto al estado de derecho, no construyen la paz social y generan climas innecesarios de antagonismos en el tiempo de transición que estamos viviendo».
«Los métodos violentos de ocupación de propiedades privadas -agrega- pueden generar más violencia e incluso pueden desembocar en enfrentamientos fratricidas».
El comunicado reconoce que existen «reclamos justos e ineludibles en referencia al agro y su imperiosa reforma integral, que han sido parcialmente ejecutadas por los organismos competentes; pero en los próximos 89 días que quedan, en el periodo de transición entre un gobierno y otro, no se podrán improvisar soluciones integrales y satisfactorias».
«La Iglesia hace un llamado a la racionalidad, a la cordura y a la pacificación, a todos los actores sociales y políticos del departamento de San Pedro, involucrados en los conflictos relacionados con la tenencia de la tierra», agrega el texto.
El documento del Obispado de San Pedro señala que parte de la crisis rural «se da con el avance incontenible, y permisivo por parte de los organismos del Estado, de compradores de grandes extensiones de tierra, criollos o extranjeros, que con mega y mecanizados cultivos marginan o anulan a los pequeños agricultores».
Por Nieves San Martín
