El cardenal O'Connor pide a Gran Bretaña reducir al menos el número de abortos

«Todavía mucho por hacer» tras la serie de fracasos en el Parlamento

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LONDRES, viernes 23 mayo 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Cormac Murphy O’Connor ha pedido que al menos se luche por reducir el número de abortos, tras señalar la desilusión producida por los parlamentarios que votaron por mantener el tiempo límite máximo para la ley de aborto en el Reino Unido hasta las 24 semanas de gestación. 

La votación rechazó una propuesta para rebajar el plazo límite a 12, 16, 20 o incluso 22 semanas, basada en investigaciones que muestran que los niños son cada vez más capaces de sobrevivir fuera del útero en fases cercanas al inicio del embarazo. 

El cardenal Murphy-O’Connor reconoció en una declaración que mucha gente está «muy desilusionada» por el resultado de la votación parlamentaria del martes pasado sobre el tiempo límite del aborto. «Pero este tema no quedará arrinconado». 

«Mientras la ley afecte a las actitudes, en sí misma no obliga a nadie a abortar. Aunque no haya un cambio en la ley, hay muchas cosas que podemos hacer por cambiar la situación». 

«Hay mucha gente en todos los lados de este debate de acuerdo en que 200.000 abortos al año es demasiado, y que el aborto a esta escala puede sólo ser una fuente de profunda tristeza y aflicción para todos nosotros». 

El cardenal afirmó que el aborto no es sólo «una elección personal. Tiene que ver también con las elecciones que nuestra sociedad hace para apoyar a las mujeres, sus cónyuges y familias que afrontan decisiones difíciles». 

«Por amor de nuestra común humanidad, y las vidas en riesgo, debemos trabajar por promover una nueva comprensión y una nueva actitud en las relaciones, con responsabilidad y apoyo mutuo -urgió–. Aunque no haya un cambio en la ley, podemos y debemos trabajar juntos al menos para que haya menos abortos». 

En torno al 1,5% de los 200.000 abortos en el Reino Unido en 2006 fueron realizados después de la vigésima semana de embarazo. 

El lunes, los miembros del Parlamento aprobaron por 336 votos contra 176 la creación de embriones híbridos, hechos introduciendo DNA humano en óvulos animales. 

El obispo Elio Sgreccia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, dijo a los micrófonos de «Radio Vaticano» que esta ley es especialmente grave desde el punto de vista ético ya que «constituye una ofensa contra la dignidad del hombre. Es un intento de fertilización entre especies que hasta ahora ha sido prohibido por todas las leyes de fecundación artificial». 

«La unión humano-animal, incluso si no es sexual, representa uno de los horrores que siempre ha despertado el rechazo en ética», dijo. 

También el lunes, un intento de prohibir los «hermanos salvadores» fue rechazado por 342 votos contra 163. Los «hermanos salvadores» son creados usando técnicas de fertilización in vitro con el fin de procrear un niño similar genético para ayudar a un hermano mayor enfermo. Los embriones cuyos genes no son compatibles son eliminados. 

El Parlamento decidió también que los padres varones no son necesarios cuando las mujeres solicitan la fertilización in vitro, una decisión que se espera haga más fácil para las parejas lesbianas concebir hijos. 

Traducido del inglés por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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