El sufrimiento de los cristianos en Argelia y Egipto

Prohibido vivir su fe

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ROMA, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- La pequeña comunidad cristiana de Argelia ha soportado una dura prueba en los últimos meses. Dos convertidos al cristianismo fueron acusados hace poco de promover su fe y se les condenó a una sentencia suspendida y a multas, informaba el 2 de julio Associated Press.

Rachid Mohammed Seguir y Jammal Maman fueron sentenciados por el crimen de «distribuir documentos que animaban a debilitar la fe de los musulmanes», afirmaba su abogado Khelloudja Khalfoun.

Los condenados son protestantes evangélicos, procesados cuando se encontraron en 2007 se encontraron en sus coches extractos de la Biblia y de otros libros cristianos.

Según la información publicada por el gobierno de Estados Unidos, el 99% de los argelinos es musulmán.

Poco antes, el 3 de junio, tras la condena de cuatro cristianos argelinos, un reportaje de Reuters indicaba que el Consejo Islámico Supremo de nominación estatal, que regula la práctica religiosa, había acusado a los protestantes evangélicos de intentar dividir a los argelinos a través de una campaña secreta para lograr conversos.

Según el artículo, bajo una disposición de una ley de 2006 que limita el culto religioso a los edificios aprobados por el gobierno, más de una docena de iglesias han sido cerradas en los últimos seis meses.

El 28 de mayo, Compass Direct News, una agencia especializada en informar de la persecución de cristianos, informaba del caso de una mujer cristiana, Habiba Kouider. Fue arrestada en su ciudad natal de Tiaret el 29 de marzo.

La policía encontró algunas Biblias y libros cristianos en el bolso de mano de Kouider y la condujo ante un fiscal del estado. Según Compass Direct News, el fiscal le ofreció retirar los cargos contra ella si Kouider se reconvertía al Islam.

Durante la audiencia inicial se acusó a Kouider de tener materiales con el propósito de «alborotar la fe» de un musulmán, un delito castigado con más de cinco años de prisión.

Iglesias cerradas

El artículo también informaba además de una ola de cierres de iglesias y de casos judiciales en contra de cristianos en Argelia, ha habido una serie de artículos negativos en la prensa local advirtiendo que el evangelismo cristiano plantea una amenaza a la unidad del país.

Compass Direct publicaba el 27 de mayo un análisis en profundidad de la situación en Argelia. El cierre de muchas iglesias protestantes en los meses precedentes se debió a que las autoridades decidieron hacer cumplir una ley de febrero de 2006 que no se había puesto en práctica antes.

La mayoría de los cierres de iglesias tuvieron lugar en la región de la Cabilia, en el este, una zona montañosa dominada por la minoría étnica bereber.

«Esta es la mayor presión a la que los cristianos se han enfrentado en Argelia», afirmaba Farid Bouchama, un tele evangelista argelino que vive en Francia. «Antes había discriminación en las familias y en los puestos de trabajo, pero esta es la primera presión organizada desde el estado».

La ley también ha alcanzado a algunos católicos, informaba Compass Direct. En diciembre pasado un sacerdote católico fue arrestado por rezar con inmigrantes cameruneses en la frontera argelina. Según el artículo, esta es una práctica que ha seguido los sacerdotes católicos en la última década. El caso ha sido apelado a la corte suprema argelina.

Prohibidos los católicos

De igual forma, por primera vez en 30 años, se ha prohibido a los sacerdotes católicos que celebren la Navidad y la Pascua para los expatriados italianos que trabajan en la industria del petróleo de Argelia.

Ahora los sacerdotes deben también pedir permiso al gobierno para lo que antes eran sus actividades pastorales normales, como visitar a los presos en la cárceles.

Los problemas de los católicos se ponían de relieve en un artículo del 27 de febrero en el periódico español El País. El periódico afirmaba que dos meses antes, el arzobispo retirado de Argel, Henri Teissier, junto con el nuncio apostólico, organizaron un encuentro con 15 embajadores presentes en Argelia.

Durante el encuentro, el líder católico entregó en mano a los embajadores una larga lista de los problemas y actos de persecución sufridos por los cristianos desde el 2006. Entre las dificultades reveladas estaba un intento de las autoridades en el 2007 de forzar a abandonar Argelia a todos los sacerdotes y monjas nacidos en el extranjero, supuestamente por su propia seguridad, debido a las amenazas de los extremistas islámicos.

Según El País, hay cerca de 110 sacerdotes y monjes y 175 religiosas en Argelia. El periódico afirmaba que el arzobispo Teissier había protestado contra la actuación del gobierno y pudo lograr que se cambiara el decreto que amenazaba con expulsar al clero y a los religiosos.

Coptos bajo presión

Egipto es otro país donde los cristianos están bajo amenaza. Según un artículo de 7 de julio publicado en el Washington Post, una combinación de presión desde el Islam y episodios de violencia sectaria está forzando a la minoría cristiana copta a encerrarse para protegerse.

Se estima que los 6-8 millones de coptos, que viven con más de 70 millones de musulmanes en Egipto, han sufrido repetidos ataques en los últimos meses.

En las últimas décadas, comentaba el Washington Post, musulmanes y cristianos vivieron juntos en una atmósfera de tolerancia religiosa y los miembros de ambas religiones se mezclaban libremente entre ellos.

En estos años recientes, la extensión de las ramas más intolerantes del Islam ha hecho cada vez más difícil la vida para los cristianos.

El artículo también observaba que muchos coptos piensan que las políticas del gobierno los consideran ciudadanos de segunda clase. Les exigen, por ejemplo, aprobación presidencial para poder construir una iglesia.

Un ataque reciente, informaba el periódico católico italiano Avvenire el 19 de junio, fue el secuestro de María Gerges Labib, de 17 años, quien fue secuestrada por la fuerza cuando salía de la escuela en la localidad de Abu Al Matamer. La comunidad copta sospecha que fue secuestrada con la intención de forzarla a convertirse al Islam.

Ahondando en el agravio, fueron arrestados 17 coptos, que formaban parte de un grupo de protesta fuera de la estación de policía local. La demostración pacífica se llevó a cabo para protestar por la falta de actuaciones policiales ante el secuestro.

El artículo de Avvenire mencionaba también un reciente ataque incendiario contra el monasterio copto de Abu Fana, que fue asaltado por una multitud de musulmanes que protestaban contra lo que afirmaban era un construcción ilegal de un muero alrededor del monasterio.

Ha habido alguna evolución positiva en Egipto, afirmaba Paul Mashall, profesor en el Centro para la Libertad Religiosa del Hudson Institute, en un artículo publicado el 3 de marzo en la revista Weekly Standard.

Conversos

Marshall explicaba que algunos veredictos recientes de la Corte de Administración de Justicia de Egipto garantizan un respiro a las minorías religiosas. En uno de ellos, el 9 de febrero, se dictaminó que 12 cristianos que se habían convertido previamente al Islam podían volverse a convertir de nuevo al cristianismo y cambiar sus documentos de identidad reflejando esto.

Sin embargo, se trató de una victoria a medias, añadía Marshall. El tribunal también estipuló que los cristianos deben tener la expresión «ex musulmán» en sus documentos. «Esto les marca esencialmente como apóstatas y les expone a la persecución y al ataque», afirmaba Marshall.

Marshall también informó de otro decreto del tribunal, en el que dictaminaba que no se podría reconocer la conversión al cristianismo de Mohammed Hegazy, que había nacido musulmán. La razón dada por el tribunal fue que «las religiones monoteístas fu
eron enviadas por Dios en orden cronológico» y, por tanto, uno no puede convertirse a «una religión más antigua».

El tema de los conversos es, de hecho, un problema en algunos países musulmanes. En Somalia, a Daud Hassan Ali se le disparó por haberse convertido del Islam al cristianismo, informaba el 15 de abril la BBC.

Su esposa, Margarita Ali, declaró que había sido asesinado por haberse convertido, tras haberse hallado el cadáver de Daud Hassan Ali en la escuela que su organización de asistencia había construido en Beledweyne.

Rehana Ahmed, de Birmingham, y dos profesoras keniatas también fueron asesinadas. Ali dejó Somalia en 1967 y se convirtió en cristiano tras su encuentro con los misioneros. Tras asentarse en Gran Bretaña, volvió a Somalia después de jubilarse porque podría establecer una escuela para ayudar a educar a muchos niños sin educación del país.

La Escuela Privada Inglesa Hakab fue completada sólo un mes antes del ataque. La sangre de los mártires sigue siendo vertida hoy en muchos países.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

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ZENIT Staff

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