CASTEL GANDOLFO, miércoles 20 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha manifestado su apoyo a las víctimas de los devastadores temporales que han azotado Polonia.
En su saludo en polaco a los peregrinos congregados en el patio interior del palacio apostólico de Castel Gandolfo con motivo de la audiencia general de los miércoles, el Papa recordó que la semana pasada, esa nación «ha sido afectada por tempestades y huracanes, acontecimientos insólitos para aquella región», y que ello ha provocado «muertos y heridos», al tiempo que «muchos han perdido el patrimonio de una vida entera».
«A cuantos de algún modo han sufrido daño a causa de esta desgracia, quiero asegurar mi cercanía espiritual y el recuerdo en la oración», añadió.
Al menos tres personas fallecieron en el sur de Polonia la semana pasada por diversos accidentes provocados por las lluvias y fuertes vientos huracanados, mientras que varios turistas resultaron heridos en un autocar en Czestochowa.
Torrenciales tempestades flagelaron amplias zonas de Polonia el pasado fin de semana. El gobernador de la región oriental de Podlasie ha pedido que se declare el estado de catástrofe natural.
Según algunos cálculos, han sido golpeadas 200 granjas en 38 localidades, mientras que dos mil edificio y unos 4.600 automóviles han sufrido daños.