ROMA, domingo 24 de agosto de 2008 (ZENIT.org).- A partir del lema “O protagonistas o nadie” se abre desde este domingo en Rímini la XXIX edición del Meeting para la Amistad entre los Pueblos, organizado por Comunión y Liberación, y que reflexionará sobre la idea del protagonismo como humilde adhesión al proyecto de la salvación.
Inspirado este año por una frase de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, el Meeting –que se celebrará hasta el próximo 30 de agosto- con sus 150 encuentros y mesas redondas, con sus 333 relatores, sus 12 exposiciones, sus 24 eventos de espectáculo -además de las citas deportivas- se confirma como la cita veraniega de los últimos años.
En un largo mensaje dirigido a los organizadores en nombre del Santo Padre, el cardenal Tarsicio Bertone, Secretario de Estado vaticano, propone esta pregunta: “¿Qué es el rostro de un hombre”?
En un clima social y cultural en el que “cada vez más a menudo las nuevas generaciones miran a un ideal representado por los actores de cine, por los personajes y mitos de la televisión y del espectáculo, por los atletas, por los jugadores de fútbol, etc.”, se lee en el mensaje, “el verdadero interrogante que se esconde tras la palabra ‘protagonismo’ es: ¿en qué consiste la felicidad?”
El purpurado ha recordado el ejemplo de Pablo de Tarso, que de feroz perseguidor de los cristianos se convirtió al irrumpir la llamada del Señor, encarnando más que nadie la paradoja de la vida cristiana.
“Todos nosotros, a dos mil años de distancia, podemos aún considerarnos ‘hijos’ de su predicación, y nuestra civilización se sabe deudora de este hombre precisamente por los valores que están en su fundamento”, ha dicho.
“Y sin embargo -observa- la existencia de san Pablo está bien lejos de las luces de las candilejas y de los reconocimientos públicos”.
“La existencia de san Pablo, examinada en su cotidianiedad, aparece más bien atribulada, afligida por hostilidades y peligros, llena de dificultades que afrontar más que de consuelos y alegrías de las que gozar”, ha añadido.
“¿La vida de Pablo puede considerarse verdaderamente ‘lograda’?” – se ha preguntado. “¿Qué significa para el cristiano un ‘logro’? ¿Qué nos dicen las vidas de tantos santos que han transcurrido su existencia retirados en los conventos?”
Respondiendo a estos interrogantes, el cardenal Bertone recuerda unas palabras pronunciadas por Benedicto XVI recientemente, el cual recordó que “el hombre está hecho para el cumplimiento eterno de su existencia”.
“El cumplimiento de lo humano -prosigue el cardenal- es el conocimiento de Dios, por quien toda persona ha sido creada y a quien tiende con todas las fibras de su ser. Para conseguir esto, no sirven ni la fama ni el éxito entre las multitudes”.
“Este es, por tanto, el protagonismo que el título de la presente edición del Meeting de Rimini quiere proponer: protagonista de su existencia es el que ofrece su vida a Dios, que le llama a cooperar en el universal proyecto de la salvación”, explica.
“No importa si el diseño de Dios prevé para nosotros un radio de acción reducido; no importa si vivimos entre las paredes de un monasterio de clausura o si estamos inmersos en múltiples y diversas actividades del mundo; no importa si somos padres y madres de familia o consagrados o sacerdotes”.
“Dios se sirve de nosotros según su plan de amor, según modalidades que Él establece, y nos pide que secundemos la acción de su Espíritu; nos quiere colaboradores suyos para la realización de su reino”, subraya.
Finalmente, el purpurado se ha referido al auspicio del Santo Padre “de que estas reflexiones ayuden a los participantes en el Meeting a encontrar a Cristo, para comprender mejor el valos de la vida cristiana y realizar el sentido del humilde protagonismo del servicio a la misión de la Iglesia, en Italia y en el mundo”.
En la inauguración de este domingo, tuvo lugar la representación de una obra, “La extranjera”, extraída de los “Coros de la Piedra” (1934), pieza poética escrita por el poeta y dramaturgo americano T.S. Eliot y ambientada entre las dos guerras mundiales.
Por Mirko Testa. Traducción del original italiano por Inmaculada Álvarez