Bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Ayre o de los Buenos Aires, Don Pedro de Mendoza fundó el 2 de febrero de 1536, el primer asentamiento de la que sería la ciudad de Buenos Aires y en su honor los Padres Mercedarios levantaron en la capital argentina un bello templo de estilo neogótico.
Estos mismos religiosos -dos de los cuales llegaron con la expedición de Mendoza trayendo una imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Bonaria- cuidan también el santuario de Bonaria en la isla de Cerdeña, donde se originó esta advocación, y de donde la trajeron los españoles que la tenían como patrona de los marineros. Juan de Garay, al fundar la ciudad (la de Mendoza había sido destruida por los indígenas), el 11 de junio de 1580, la bautizó con el nombre de Ciudad de la Santísima Trinidad en el puerto de Santa María del Buen Aire.