CIUDAD DEL VATICANO, lunes 29 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- El 10 de octubre próximo, el Secretario general de la Gobernación de la Santa Sede, monseñor Renato Boccardo, firmará en San Petersburgo un protocolo de adhesión de la Gendarmería Vaticana a la Interpol, la organización que reúne a los Cuerpos de Policía Internacionales.

Así lo anunció el pasado sábado el Comandante del Cuerpo, Domenico Giani, con ocasión de la celebración de la fiesta de san Miguel Arcángel, Patrono de la Gendarmería vaticana, el pasado sábado por la tarde en la Villa Pontificia de Castel Gandolfo. En el acto, informa Radio Vaticano, estaban presentes unas 500 personas, entre autoridades civiles y militares.

Desde finales del año 2006, la Gendarmería vaticana participa en los encuentros de los Jefes de Policía de los países de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Domenico Giani explicó también que existe un proyecto de cooperación, actualmente en fase de estudio, con la Policía italiana, "dado el recrudecimiento de los fenómenos criminales".

La fiesta della Gendarmería de Estado Ciudad del Vaticano, amenizada por un concierto ejecutado por la Banda del Cuerpo, comenzó con la celebración de la Santa Misa, presidida por el cardenal Giovanni Lajolo, Gobernados del Estado, y por el capellán, monseñor Giulio Viviani.

Con la bendición y la entrega del nuevo estandarte del Cuerpo, símbolo de la unidad y la dedicación al Papa, la ceremonia prosiguió con la proyección de un vídeo sobre la historia y las actividades de la Gendarmería.

Benedicto XVI se acercó posteriormente al lugar para un breve saludo, en el que expresó su "sincero agradecimiento por la competencia y la dedicación" con la que los gendarmes llevan a cabo su servicio a la Iglesia.

El nacimiento del Cuerpo de la Gendarmería se remonta a 1816, cuando Pío VII, para reestructurar los servicios de orden público, de seguridad y de policía judicial ya existentes en el Estado Pontificio, creó el Cuerpo de los Carabinieri Pontifici, denominación que cambió Pío IX en 1850 por Veliti Pontifici, y que después pasó a ser Gendarmería vaticana.

La principal tarea del Cuerpo es cuidar de la seguridad y del orden público, llevar a cabo las tareas institucionales de la policía, incluyendo la custodia de las fronteras, así como de la policía judicial y tributaria, para la seguridad de los lugares y las personas.

Actualmente el Cuerpo cuenta con 160 efectivos, todos de nacionalidad italiana. Entre ellos hay personal altamente especializado en acciones antiterroristas, antisabotaje, y en todas las actividades de la prevención. Tiene también expertos en el sector informático y en la videovigilancia.

En territorio italiano, la protección del Papa está garantizada por la Inspectoría general de Seguridad Pública, sita cerca del Vaticano. Fuera de Italia, la Gendarmería colabora con la Policía de los distintos países que hospedan al Papa en sus viajes.