CIUDAD DEL VATICANO, jueves 8 de enero de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI se ha hecho portavoz de los derechos de los emigrantes latinoamericanos, en el discurso que pronunció este jueves a los embajadores acreditados ante la Santa Sede.
El pontífice dedicó un pasaje de su intervención, pronunciada en francés, a América Latina, y a los desafíos políticos, sociales y religiosos que afronta en estos momentos.
«Allí también, los pueblos aspiran a vivir en paz, libres de la pobreza y ejerciendo libremente sus derechos fundamentales», comenzó constatando el obispo de Roma.
En este contexto, pidió que «las legislaciones tengan en cuenta las necesidades de los que emigran facilitando el reagrupamiento familiar y conciliando las legítimas exigencias de seguridad con las del respeto inviolable de la persona».
El sucesor de Pedro alabó también «el compromiso prioritario de ciertos gobiernos para restablecer la legalidad y emprender una lucha sin cuartel contra el tráfico de estupefacientes y la corrupción».
Recordó asimismo el trigésimo aniversario del comienzo de la mediación pontificia sobre el diferendo entre Argentina y Chile, relativo a la zona austral, y se alegró al constatar que «los dos países hayan sellado de alguna manera su voluntad de paz erigiendo un monumento a mi venerado predecesor el Papa Juan Pablo II».
Por otra parte, deseó «que la reciente firma del acuerdo entre la Santa Sede y Brasil facilite el libre ejercicio de la misión evangelizadora de la Iglesia y refuerce todavía más su colaboración con las instituciones civiles para el desarrollo integral de la persona».
Según explicó Benedicto XVI, «la Iglesia acompaña desde hace cinco siglos a los pueblos de América Latina, compartiendo sus esperanzas y sus preocupaciones».«Sus pastores saben que, para promover el progreso auténtico de la sociedad, su quehacer propio es iluminar las conciencias y formar laicos capaces de intervenir con ardor en las realidades temporales, poniéndose al servicio del bien común», concluyó al hacer este análisis de la actualidad latinoamericana.