CIUDAD DEL VATICANO, viernes 23 de enero de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha escrito su primer mensaje a los jóvenes de la generación digital, los que se han criado con los videojuegos y han aprendido a escribir con Internet, algo que constituye «un auténtico giro», constata el arzobispo Claudio Maria Celli.
El presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones presentó este viernes el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que normalmente se celebrará el 24 de mayo de 2009, en una sala de prensa del Vaticano llena hasta los topes por unos 200 periodistas, con 24 televisiones cubriendo el evento.
El tema que el Papa desarrolla en esta ocasión es «Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultural de respeto, de diálogo y amistad».
«Cada mensaje que acompaña la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tiene su historia, pero no creo que exagere demasiado si afirmo que nos encontramos, en esta ocasión, ante un auténtico giro», comenzó constatando en una presentación realizada con vídeo proyección de las frases más impactantes del texto.
«El mismo tema nos guía en el camino de la novedad, pues no sólo pone en el centro las nuevas tecnologías, sino que explora los efectos y lo hace dirigiéndose en particular a la generación digital, interpelando así de manera particular a los jóvenes», añadió el prelado.
Entre las particularidades de este mensaje, monseñor Celli indicó «cómo a través del mundo de la comunicación, el Santo Padre ofrece un panorama amplio de la vida y de los comportamientos de una realidad juvenil cada vez más atraída y cada vez más a su gusto con las nuevas tecnologías».
«El mensaje subraya los valores que se dan en este ambiente, comenzando por la amistad y una nueva red de relaciones que ahora hacen posible precisamente las nuevas tecnologías».
«Pero no solo –añadió el prelado italiano–: el campo de los beneficios se amplía también a las esfera de los afectos familiares –las familias pueden cancelar más fácilmente las distancias–, así como al estudio y a la misma investigación científica que se beneficia al caer continuamente las barreras del trabajo compartido a distancia».
«Estamos realmente ante un mundo nuevo, que se explora no tanto abriendo los ojos de par en par ante las nuevas conquistas, sino abriendo el corazón a la esperanza frente a las grandes posibilidades que se vislumbran para el bien común».
«Este hecho resalta todavía más si pensamos que el mensaje advierte también, con realismo, ante los peligros ligados no solamente a un uso distorsionado de los medios, sino al desequilibrio de su posible uso; pensamos en la ‘brecha digital’ que tanto preocupa porque las nuevas tecnologías son recursos primarios para el desarrollo y la promoción del ser humano.»
«Quizá nunca antes un mensaje había sido ni tan fuerte ni tan exigente», concluyó el prelado.