CIUDAD DEL VATICANO, jueves 7 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa recibió hoy en audiencia a 32 nuevos soldados de la Guardia Suiza, el cuerpo militar que desde hace siglos custodia a la persona del Papa.
Benedicto XVI se dirigió a ellos en alemán, francés e italiano, para recordarles el significado de su servicio, que no sólo está vinculado a la persona del Papa, sino a Roma y a toda la Iglesia universal, representada por "las tumbas de Pedro y Pablo, corazón de la Iglesia católica".
Esta tarea en "círculos concéntricos", explicó el Papa, parte de la persona del Papa, se extiende a Roma, "ciudad donde la fe y la oración durante muchos siglos se han convertido en piedras y formas", y desemboca en la Iglesia universal.
"La Iglesia católica es internacional, pero en su multiplicidad es con todo una única Iglesia, que se expresa en la misma confesión de fe y que está unida concretamente a Pedro y a su Sucesor, el Papa.".
"Esta es una experiencia muy importante, que la Iglesia quiere daros, para que la hagáis vuestra y la comuniquéis a los demás", añadió el Papa: "la experiencia de que en la fe en Jesurcisto y en su amor por los hombres, también mundos tan distintos pueden ser una sola cosa, creando de esta forma puentes de paz y de solidaridad entre los pueblos".
Los nuevos miembros de la Guardia Suiza Pontificia realizaron ayer el juramento de lealtad en el patio de San Dámaso del Palacio Aspostólico Vaticano, ante el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado.
El purpurado recordó a los nuevos guardias que el suyo es "un servicio cualificado y muy apreciado, que exige seriedad, dedicación, fidelidad y vigilancia", y que participa de "las dos características fundamentales de la misión del cristiano: vigilar y orar".
La tradicional ceremonia conmemora el sacrificio, el 6 de mayo de 1527, de 147 Guardias Suizos quienes, durante el Saqueo de Roma por los Lansquenetes de Carlos V, protegieron con su vida al papa Clemente VII.
Este tradicional cuerpo armado, fundado por el papa Julio II en 1506, está compuesto por 110 soldados y un capellán, y actualmente los dirige el comandante Daniel Rudolf Anring. Sólo pueden formar parte de él varones suizos de fe católica entre 19 y 30 años de edad. Deben superar los 174 cm de altura, ser célibes y haberse adiestrado en el ejército.
En el Vaticano, además de custodiar a la persona del Papa, su misión es la de garantizar el orden público, vigilar las fronteras y hacer de guardia de honor en los actos públicos. Comparten sus tareas de vigilancia con el Cuerpo de la Gendarmería vaticana, fundado en 1816 por el papa Pío VII, y que actualmente cuenta con 160 miembros.