ROMA, viernes 8 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Europa necesita evangelizadores de toda edad y condición, tanto sacerdotes como laicos. Lo constataron los participantes del 11º Congreso europeo de obispos y responsables de catequesis celebrado en Roma del 4 al 7 de mayo, por iniciativa del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), con el tema «La comunidad cristiana y el primer anuncio».
Ochenta y seis delegados (entre ellos 18 obispos) de 29 conferencias episcopales indicaron, en los informes y debates del Congreso, que «el primer anuncio no es sólo tarea de los sacerdotes, y está creciendo la actividad y toma de conciencia de los laicos en este campo», según un comunicado del CCEE.
«La misión no es una actividad individual, sino de toda la comunidad eclesial -destacaron-. La naturaleza misionera de la Iglesia no es accidental o un atributo más, sino una característica esencial».
También señalaron la necesidad, a la hora de evangelizar, de una «dimensión práctica y existencial de la vida del cristiano y de la Iglesia», además de la reflexión teórica.
En el Congreso, intervinieron el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Claudio Hummes, O.F.M., y el prefecto del Pontificio Consejo para la Unidad de los cristianos, el cardenal Walter Kasper.
El cardenal Hummes destacó que «hay que decidirse por una evangelización básica» y Europa depende de ello, según informó L’Osservatore Romano en su edición italiana diaria del 7 de mayo.
«El mundo -añadió-, especialmente la Europa secularizada y laicista, necesita evangelizadores que inviertan sus vidas en la proclamación de Cristo».
El cardenal afirmó que «a menudo ha sido la primera evangelización la que ha fallado» y muchos bautizados dejan las comunidades porque están insuficientemente o nada evangelizados.
Por su parte, el cardenal Kasper explicó que la «nueva evangelización» no es «adoctrinamiento, sino un testimonio espiritual, tanto a través de la palabra y la acción como a través de toda la vida de la Iglesia».
Sobre la base de la Constitución Dogmática Dei Verbum, el Cardenal Kasper distinguió entre «primera evangelización en algunas partes de África y Asia, y nueva evangelización para actualizarla en Europa, donde hay un duro ateísmo anticlerical y un laicismo articulado en el plano político».