SAN JOSÉ DE COSTA RICA, viernes, 29 mayo 2009 (ZENIT.org).- Respondiendo a la misión educadora de la Iglesia, la Conferencia Episcopal de Costa Rica ha publicado una serie de textos sobre amor y sexualidad. Con este motivo, ha emitido un comunicado de fecha 25 de mayo en el que afirma que «corresponde a los obispos enseñar a los fieles la doctrina moral que se refiere a la sexualidad».
«Para la Iglesia –afirman los obispos en el comunicado–, la educación integral de las personas ha sido una preocupación prioritaria a lo largo de la historia y, por supuesto, enmarcada en ella, la educación para la vivencia del amor y la sexualidad».
Por lo anterior, en los últimos años la Conferencia Episcopal de Costa Rica ha publicado varios textos con contenidos formativos sobre esta temática. Entre ellos se pueden citar la «Educación de la Sexualidad para Padres de Familia y Educadores», en dos tomos; y «Sexualidad: don y responsabilidad». Con estos y otros textos los obispos han dado orientaciones, en torno a temas que a la feligresía y a la sociedad en general, a veces, «les resultan poco conocidos académica y doctrinalmente», dicen los obispos.
Y afirman que «se mantiene la urgente necesidad de formación más sistemática, en el área de la afectividad humana y de la sexualidad en general».
Ante esta realidad se proponen estos textos, «como un instrumento al servicio de la feligresía y de la ciudadanía costarricense en general, para ponerse en práctica en las Diócesis, en las Parroquias y comunidades, como parte de los procesos pastorales en torno a la educación, y con la participación de diversos agentes de pastoral. En especial, de los padres y madres de familia, a quienes se les debe reconocer su responsabilidad como primeros educadores y formadores de sus hijos e hijas».
El comunicado subraya que, en este proyecto educativo, el enfoque «enfatiza en la dimensión trascendente de la persona, como ser espiritual y corpóreo, sin dejar de lado otros aspectos, pues asume una visión integral de la persona. Este es un enfoque personalizante en cuanto parte de una concepción integral del ser humano y tiene en cuenta diversos elementos esenciales de la persona, como son la libertad, la autonomía, la responsabilidad, la sociabilidad, la capacidad de amar, la voluntad, entre otros».
Los textos fueron esbozados, por personas que están en contacto con niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos en aulas o grupos parroquiales y en su propio hogar.
Han sido revisados por expertos en las temáticas abordadas, «constituyéndose en instrumentos educativos legítimos y válidos, en un mundo y una sociedad que cada día se vuelven más complejos y exigentes».
Han sido elaborados siguiendo las pautas de educación sexual, dadas en el documento «Orientaciones Educativas sobre el Amor Humano» de la Sagrada Congregación para la Educación Católica, y así como en las indicaciones dadas en el documento «Sexualidad Humana, Verdad y Significado», del Pontificio Consejo para la Familia.
Los obispos afirman que estos textos «son parte de la acción evangelizadora de la Iglesia» y su elaboración y publicación responde a un acuerdo de la Conferencia Episcopal, tomado en la Asamblea Ordinaria de Agosto del 2004.
A lo largo de cuatro años fueron preparados con la consulta a jóvenes, universitarios, padres y madres de familia, y con la participación de docentes y expertos en teología, moral, currículo, psicopedagogía, entre otros.
Se ha publicado una primera edición de cinco mil ejemplares, en la que se ha puesto un gran esfuerzo para obtener unos textos de calidad.
«Queda en la conciencia y en las manos de los padres y madres de familia el tipo de educación que quieren para sus hijos en las dimensiones tan importantes del amor y de la sexualidad -concluye el comunicado de los obispos–. La Iglesia, Madre y Maestra y, por tanto, educadora, propone, no impone, el camino -estrecho, sí, pero que conduce al Reino de los Cielos- señalado por su Maestro, Jesucristo, quien es el Camino, la Verdad y la Vida, y sin el cual no se puede ir al Padre».
Más información en http://www.iglesiacr.org
Por Nieves San Martín