CIUDAD DEL VATICANO, viernes 10 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI se hizo portavoz de los legítimos derechos de los ciudadanos latinoamericanos en el encuentro que mantuvo este viernes con el presidente Barack H. Obama en el Vaticano.
Según ha revelado un comunicado emitido por la Santa Sede, en la audiencia privada se ha hablado de «la inmigración con particular atención al aspecto de la reunificación familiar».
Tanto la Santa Sede como la Iglesia en los Estados Unidos han defendido continuamente el legítimo derecho de los inmigrantes a que puedan reunirse con su familia una vez que se han instalado en los países que les acogen para contribuir con su trabajo.
El Papa también pidió el compromiso de los Estados Unidos en la ayuda al desarrollo de los países de América Latina, según informa el comunicado posterior a la audiencia publicado por la Oficina de Información del Vaticano.
Asimismo, la nota revela que el Papa y el presidente también afrontaron el «problema del narcotráfico», argumento del que había hablado en ese mismo día el obispo de Roma con el nuevo embajador de México ante la Santa Sede, Héctor Federico Ling Altamirano.
El pontífice había garantizado al representante mexicano la colaboración de la Iglesia en la lucha contra esta lacra que está cobrándose innumerables vidas en los últimos meses.