QUERÉTARO, domingo, 19 de julio de (ZENIT.org-El Observador).- Cuando se cumplieron 80 años del fusilamiento del sacerdote Miguel Agustín Pro, acaecido durante la persecución religiosa en México (1926-1929, en su primer etapa), se estrenó una película biográfica que tiene el único fin de mostrar, con base en fuentes documentales y testimoniales fidedignas, la vida del presbítero jesuita, uno de los personajes más importantes de la vida de la Iglesia en el siglo XX.
En 2007 la película se proyectó durante el Festival de Cine Tercer Milenio de Guadalajara, Jalisco, con una buena acogida por parte del público y del jurado. Recientemente la Compañía de Jesús en México ha lanzado la producción en DVD, como una herramienta para conocer al beato e inspirar a los cristianos de estos tiempos -particularmente a los sacerdotes- para vivir su fe con «alegría y creatividad».
El actual vicepostulador de la causa de canonización del padre Pro, el también jesuita José Camarena, habla con Zenit-El Observador acerca de la «actualidad» de tan singular personaje.
–¿Cómo ha sido el proceso de canonización del padre Pro?
–P. José Camarena. El proceso inició el mismo año de su muerte; además su vida y su muerte están muy documentadas, pero, debido a diversas circunstancias, pasaron sesenta años para que se coronara con la beatificación, en 1988.
–¿En qué fase del proceso nos encontramos ahora?
–P. José Camarena: Falta sólo un milagro. Un milagro contundente, es decir una gracia o una curación muy notable. Muchos me preguntan -incluso algunos obispos- que para cuándo la canonización, y yo suelo contestar: «pregúntenselo a Dios». En el momento en que Dios quiera hará el milagro por intercesión del beato Pro.
–¿Cómo es la devoción que siente el pueblo católico hacia el padre Pro?
–P. José Camarena: La devoción al padre Pro está muy extendida, por ejemplo a la Parroquia de la Sagrada Familia, ubicada en la colonia Roma de la Ciudad de México, llegan diariamente cientos de devotos no sólo del país sino de diferentes partes del mundo, entre ellos de Turquía, India, China, Canadá y Estados Unidos.
Siento que la mayoría de las personas mayores conocen al padre Pro, pero que no han sabido transmitir este tesoro a los jóvenes. Muchos de ellos no conocen al padre Pro. Creo que sería muy bueno que los sacerdotes hablaran más seguido de él.
–A propósito, ahora que nos encontramos en este Año sacerdotal, ¿qué dice el padre Pro a los sacerdotes?
–P. José Camarena: Cuando el Padre fue ordenado decía que no había tenido mayor alegría en la vida: «sentía en mi corazón que yo era Cristo, que Cristo estaba en mí y Cristo era yo». Como sacerdote era totalmente entregado al amor de María, al servicio de los pobres, pero siempre con mucha alegría. Esa alegría que nace del corazón, del servicio de Cristo y la entrega total y el padre Pro era inmensamente alegre.
Juan Pablo II dijo del padre Pro que la raíz más honda de su entrega abnegada a los demás fue su amor apasionado a Jesucristo y su ardiente deseo de configurarse con El, incluso en su muerte. También resaltó que ese amor lo expresó de un modo particular en el culto eucarístico.
Yo creo que hoy en día nos hacen falta sacerdotes más entregados, más preparados, pero sin dejar de lado la alegría, tal como la vivió en padre Pro.
Por Gilberto Hernández García