CIUDAD DEL VATICANO, martes 18 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha asegurado su cercanía y ofrecido ayuda material a las víctimas del tifón que en días pasados ha azotado Asia, en particular Taiwán.
En esa isla, Morakot provocó a su paso hace once días la muerte de más de 400 personas y daños por un valor de al menos dos mil millones de dólares.
Según informó el diario «China Post» el pasado 15 de agosto el Papa ha entregado 50.000 dólares a las víctimas de la catástrofe como gesto para alentar la solidaridad.
El pasado 12 de agosto, al final de la audiencia general, el Papa dirigió su saludo a las poblaciones afectadas por el tifón en Filipinas, Taiwán, en algunas provincias sudorientales de la República Popular China y en Japón, «país que ha sufrido un fuerte terremoto».
«Deseo manifestar mi cercanía espiritual a cuantos se encuentran en condiciones de grave malestar e invito a todos a rezar por quienes han perdido la vida», afirmó el Papa.
«Deseo que no les falten el alivio de la solidaridad y la ayuda de los auxilios materiales», concluyó.