MIAMI, miércoles, 26 agosto 2009 (ZENIT.org).- La Iglesia en Cuba hace más que simplemente sobrevivir –y un seminario en construcción es prueba de su fuerza–, sin embargo, los católicos de la isla necesitan esperanza, afirma el obispo de Orlando, Florida.
Monseñor Thomas Wenski hace esta reflexión en un artículo publicado este martes en el «Miami Herald», en el que habla de su visita la pasada semana a Cuba. Fue a l a isla acompañando al cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston, y el obispo auxiliar de San Antonio Oscar Cantu.
El obispo de Florida subraya que los obispos de Estados Unidos, de visita a la isla para expresar solidaridad hacia sus hermanos en el episcopado- tuvieron la oportunidad de reiterar que los obispos cubanos y estadounidenses «se han opuesto al embargo económico [de EE.UU.] durante décadas. Ha fracasado en su objetivo de cambiar la política pero ha infligido innecesario sufrimiento a la población cubana».
El obispo Wenski señala las declaraciones que la delegación hizo en una rueda de prensa en La Habana: la relación Iglesia-Estado «no es la que debería ser pero es mejor de lo que ha sido»; y la ayuda enviada por los católicos de Estados Unidos en socorro por los huracanes, alcanzó el destino que pretendía».
Añade: «Un reportero preguntó: ‘¿Qué necesita Cuba ahora?’ La respuesta que yo di, la he visto ya impresa pero fue breve. Respondí con una palabra: ‘Esperanza'».
«Hoy, Cuba está marcada por el aumento de la incerteza y el creciente sentido de desesperanza. Para muchos, especialmente los jóvenes, la esperanza se define como ‘marcharse'».
«Cuando una sociedad cierra la puerta al Infinito, a la trascendencia […] la esperanza es expulsada. Aunque Cuba ya no es un estado oficialmente ateo, 50 años de comunismo durante los que la práctica religiosa fue activamente desmotivada han tenido su efecto en la sociedad cubana».
Sin embargo, el obispo Wenski afirma: «A través de todo, la Iglesia –aunque debilitada y reducida en número– sobrevivió. Hoy la Iglesia en Cuba, más allá que simplemente sobrevivir, está luchando por ser testigo de esperanza. Y, a pesar de las dificultades y la falta de recursos, está consiguiendo nuevos miembros y más espacio en el que llevar a cabo su misión».
Un particular signo de esperanza, señala el prelado, es la construcción de un nuevo seminario a las afueras de La Habana, que está siendo en gran medida financiado por los Caballeros de Colón.
«Este seminario es el primer proyecto de construcción significativo emprendido por la Iglesia Católica en 50 años –afirma–. Será terminado a finales del verano de 2010, un modo adecuado de cerrar el Año de los Sacerdotes en este país».
El obispo de Florida concluye citando a Benedicto XVI cuando afirma que la Iglesia siempre prevalecerá a través de las dificultades.
«En todas las épocas –cita–, la Iglesia, el Pueblo de Dios, también vive por la luz de Dios y, como dice el Evangelio, es alimentada por Dios. Así, en todas las pruebas en las diversas situaciones de la Iglesia, a través de las épocas en diferentes partes del mundo, vence a través del sufrimiento. Ella es la presencia, la garantía del amor de Dios contra todas las ideologías del odio y el egoísmo».
[Traducido del inglés por Nieves San Martín]