LIMA, domingo 30 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- El cardenal Juan Luis Cipriani Thorne pidió en su homilía por la solemnidad de santa Rosa de Lima, patrona de la Policía Nacional que el país entero evite caer en el error grande de pensar que la Policía Nacional debe resolver todos los problemas.
El arzobispo de Lima presidió la santa misa el domingo 30 de agosto en la basílica catedral de Lima con la presencia de las principales autoridades del país en materia de seguridad y orden interno.
«Alcaldes, padres de familia, empresarios, medios de comunicación, cada uno tiene diferentes responsabilidades y competencias que pueden contribuir al orden público y a una vida más sana». (..) «El país exige el concurso de todos», expresó.
El arzobispo de Lima pidió que la sociedad en su conjunto no se acostumbre a minar ni a demoler las instituciones, entre ellas, la institución policial. «El país tiene una historia grande, hay que respetarla. El amor a la patria es algo muy sagrado», indicó.
También recordó de manera especial a los policías caídos en el cumplimiento del deber, y agradeció la labor abnegada y leal de las esposas y esposos del personal de la Policía Nacional del Perú.
«La familia es el verdadero sostén de la Policía Nacional del Perú», sostuvo.
El buen ejemplo genera autoridad
El cardenal Cipriani señaló que el buen ejemplo genera autoridad y que la policía al cumplir los deberes y derechos que le corresponden, podrá estar a la altura de las circunstancias de dirección y comandar mayores responsabilidades. También expresó la necesidad de que los policías den buen ejemplo al personal subalterno y que éste último pueda atender sus responsabilidades familiares y acceda a un sueldo digno.
El cardenal Cipriani recordó que al lado de los derechos de cada uno están los deberes. «La policía nacional es un cuerpo maravilloso que se articula con las instituciones intermedias y con tantas formas de voluntariado» citó como ejemplo de esto último, la Asociación Civil Amigos de la Policía, encargada de velar por ayudar a esta institución.
«El país les agradece y les exige que continúen esforzándose por cumplir su trabajo», dijo a los integrantes de la familia policial.
Dios tiene una misión para cada uno
Recordando el testimonio de vida de santa Rosa de Lima, el cardenal aseguró: «Dios tiene para cada uno una misión, cuando se asume plenamente esa misión, se llega a la santidad. Aceptando la voluntad de Dios, uno se hace libre», expresó.
En la Celebración Eucarística participaron diferentes autoridades como el ministro del Interior, gemeral Octavio Salazar; el director general de la Policía Nacional, general Miguel Hidalgo; el presidente del Congreso de la República, doctor Luis Alva Castro; el presidente del Tribunal Constitucional, doctor Juan Vergara Gotelli; el decano del Colegio de Enfermeros (as) del Perú, Julio Mendigure Fernández.
Concelebraron junto con el cardenal Cipriani; el obispo castrense, monseñor Salvador Piñeiro; el obispo emérito de Ica, monseñor Guido Breña López; entre otros sacerdotes y religiosos de la arquidiócesis de Lima.