Un fundador constata la visión secularizada de la reconciliación

En una conferencia ofrecida por Luis Fernando Figari

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LIMA, martes, 15 septiembre 2009 (ZENIT.org).- Durante el congreso «Caridad, reconciliación y dignidad humana», el fundador del «Sodalitium Christianae Vitae» mostró cómo el término de la reconciliación a veces se ve recortado por «la visión secularizada de la existencia humana».

El evento académico, realizado en días pasados en la ciudad de Lima (http://www.vidayespiritualidad.com/congreso/), estuvo organizado por la arquidiócesis de Lima y por la asociación Vida y Espiritualidad.

En una ponencia denominada «El Señor Jesús, reconciliador del ser humano en el tiempo actual» Figari aseguró que si el término de reconciliación se desliga de Dios, los esfuerzos por lograrla «se tornan ineficaces o incluso contraproducentes para el desarrollo y el avance de la humanidad».

Reconciliación sin Dios
Presentó las tesis de varios personajes como Nietzsche, Hegel, Buber, Foucault, Dostoievski, que hablaban de la muerte o eclipse de Dios en el mundo de hoy, y de sus consecuencias en la moral.

Aseguró que la primera víctima del relativismo y el nihilismo es «el mismo sujeto que se cierra a lo trascendente, al fundamento de lo real, y se extravía en el sinsentido de la existencia, llevándolo a una pérdida de su identidad».

Figari se refirió a la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 de las Naciones Unidas, la cual «cuenta con valiosísimos aportes y aproximaciones», pero también presenta algunas ausencias, que no corresponden plenamente a la dignidad del ser humano tal y como la entiende la Iglesia.

Advirtió que no se puede tomar el consenso como fundamento de los derechos, porque este pued «tornar inválido lo que ayer era válido», poniendo en peligro incluso valores no negociables como la vida misma.

Indicó que un católico de hoy «debe ser consciente de lo frágil que es fundar la dignidad y derechos en el mero consenso sobre ellos y no en una realidad asumida, sólidamente fundante, en el camino de la verdad».

Recordando que 2009 ha sido declarado por la ONU como el Año Internacional de la Reconciliación», constató que este concepto es presentado de manera incompleta, puesto que «no agota el alcance de lo que es la deseada reconciliación que anhela el ser humano, y que encuentra su explicitación en la divina Revelación».

Visión integral de la reconciliación
Igualmente, el fundador del «Sodalitium», hizo alusión al inmenso aporte que algunos autores del Siglo de Oro Español han realizado en materia de derechos humanos en temas como la ley natural y la dignidad humana.

Otros documentos de la Iglesia que consideró como aporte a este tema, fue el magisterio del siglo XVI, la declaración de los Derechos Humanos presente en la encíclica Pacem in Terris del Papa Juan XXIII, así como la alusión al tema que hizo el Papa Pablo VI en la Populorum Progressio.

Señaló que ya se viene promoviendo un concepto auténtico de reconciliación desde mediados de los años ochenta en el Perú, por medio de congresos internacionales y diversas publicaciones, hecho que ha buscado presentar una visión completa de ésta según una concepción integral del ser humano.

El pensador limeño invitó a recordar que «la reconciliación es una iniciativa divina, expresión de la sobreabundancia del amor de Dios por el ser humano, que se manifiesta en la historia y alcanza su plenitud en la Encarnación del Señor Jesús. Él es la Reconciliación… Es el mismo, ayer, hoy y lo será siempre».

Aclaró que este término ha nacido «de la dimensión religiosa» que «alcanza al ser humano todo».

Tal y como señala el Concilio Vaticano II, es en el Señor Jesús donde el hombre puede comprenderse a sí mismo, porque está «hecho a su imagen y semejanza, con una dignidad propia e intransferible y una meta que apunta más allá del final de su vida terrena».

Finalmente se remitió a María como mujer reconciliada, y exhortó a los allí presentes a amarla piadosamente, aprender de sus lecciones y acoger como ella el don reconciliador.

El «Sodalitium Christianae Vitae» es una Sociedad de Vida Apostolica fundada en 1971 y aprobada por la Santa Sede en 1997.

Luis Fernando Figari ha fundado otras asociaciones con la misma espiritualidad como el Movimiento de Vida Cristiana, La Fraternidad Mariana de la Reconciliación, las Siervas del Plan de Dios entre otras.

Por Carmen Elena Villa

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ZENIT Staff

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