OAXACA, lunes 28 de septiembre de 2009 (ZENIT.org - El Observador). La Iglesia católica en México mantendrá la postura de defender la vida en todas sus formas y en todas sus expresiones, manifestó el día de ayer, en conferencia de prensa, el arzobispo de Oaxaca, monseñor José Luis Chávez Botello.
Oaxaca es la entidad número 17 que en México adopta una legislación contraria a la despenalización del aborto, tal y como sucedió en abril de 2007 por parte del Distrito Federal, entidad que alberga a la capital de la República mexicana, hoy gobernada por la izquierda.
Desde entonces, 17 de los 31 estados restantes han decidido defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural, siendo la última de ellas Oaxaca.
“La Iglesia católica siempre saldrá en defensa de la vida, en todas sus etapas y manifestaciones; no nos toca solucionar las demandas jurídicas, pero tenemos los medios del diálogo, la oración y la convicción de la fe”, subrayó monseñor Chávez Botello a los medios locales de prensa.
Más adelante, el arzobispo de Oaxaca definió la situación diciendo que nadie que se diga católico puede atentar contra la vida, esa persona, dijo, “no es católico practicante ni creyente, sino católico bajo boleta”.
Con respecto al creciente alcoholismo que vive el Estado de Oaxaca, mayoritariamente de población indígena, monseñor Chávez Botello subrayó que se trata de "otra epidemia tan grave como la del virus de la influenza humana; una epidemia que va arraigándose cada vez más en la sociedad, donde no hay alertas ni defensa, mientras destruye cada vez más vidas y desintegra a las familias".
Informes recientes dan a conocer que uno de cada cuatro varones mexicanos tiene problemas de alcoholismo; mientras que en Oaxaca la proporción sube a cerca 30 por ciento de la población masculina mayor de 15 años de edad.
“En México --dijo monseñor Chávez Botello-- el alcoholismo es la primera causa de muerte entre personas de 15 a 40 años de edad, es el culpable de 60 por ciento de los accidentes y del 60 por ciento de la violencia intrafamiliar”.
“Existen en nuestro país --finalizó el arzobispo de Oaxaca-- más centros de vicio que escuelas o lugares de diversión sana”.