ROMA, viernes 13 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Representantes de Facebook, Wikipedia o YouTube, mantuvieron este viernes un encuentro con obispos de Europa en el Vaticano que permitió constatar grandes diferencias de mentalidad y un verdadero interés de comprensión mutua.
El hemiciclo de la Antigua Aula del Sínodo de los Obispos, que hubieran alquilado por millones de euros los productores de «Ángeles y demonios», fue testigo de dos visiones de la realidad: por una parte, una institución, la Iglesia, fundamentada desde hace dos mil años en el anuncio de la Verdad; por otra, exponentes de iniciativas empresariales de éxito, surgidas hace pocos años, basadas en dar la posibilidad a todos de exponer «su» verdad.
Obispos en Facebook o YouTube
La reunión comenzó con un sondeo entre los obispos y representantes de la Comisión Episcopal Europea para los Medios de Comunicación, que ha convocado este encuentro, que concluirá el domingo.
El moderador Jim Mcdonnell, de la asociación católica de comunicación «Signis» Europa, preguntó a los obispos y sacerdotes y algunos laicos expertos en comunicación, algo menos de cien en total, cuántos tenían un perfil en Facebook. Más de una cuarta parte de los presentes alzó la mano.
El 97% sabía lo que era Wikipedia y más o menos el 10% ha colaborado en la edición de algún tema. Casi todos han entrado a ver vídeos en Youtube y en torno al 15% ha subido un vídeo a la plataforma. Aproximadamente el 10% de los presentes ha utilizado o ha seguido Twitter.
Estrellas en el firmamento Internet
La reunión comenzó con la presentación de las estrellas de Internet. Christophe Muller, director de alianzas de YouTube en Europa del Sur, del Este, Oriente Medio y África, ilustró a los representantes de la Comisión Episcopal Europea para los Medios de Comunicación, que organiza este encuentro que se clausura el domingo, la filosofía que ha dado origen y vida a Google, la empresa propietaria del sitio de agregación de vídeos.
En particular, alabó la decisión con la que la Santa Sede ha desembarcado en YouTube (http://www.youtube.com/vatican) y de hecho presentó un vídeo promocional de su empresa en el que se muestran cómo los grandes del mundo, desde Barack Obama hasta la reina de Inglaterra utilizan esta plataforma. Entre ellos, aparece Benedicto XVI.
Delphine Ménard, tesorera de Wikimedia, Francia, explicó cómo la enciclopedia colaborativa Wikipedia no tiene como criterio dar una visión la verdad, sino más bien el que todos los puntos de vista puedan estar representados.
Por su parte. Christian Hernandez, responsable de desarrollo comercial de Facebook, la red social con 300 millones de usuarios registrados, mostró cómo han surgido iniciativas en el mundo católico que van desde el perfil del Santuario de Lourdes, hasta «Jesus Daily», un perfil que ofrece una frase diaria del Evangelio con más de un millón de admiradores.
Entre estas iniciativas, presentó también el perfil de Benedicto XVI. Lo que no dijo es que este perfil ha sido creado por un desconocido que ha tomado indebidamente la identidad del Papa.
En una conversación posterior con ZENIT, el mismo Hernandez reconoció que en el Vaticano le han planteado este viernes esta cuestión. Aclaró que Facebook ha bloqueado el perfil «Vaticano» para que lo pueda utilizar la Santa Sede como institución, cuando quiera. Para el perfil suplantado de Benedicto XVI, sin embargo, no pudo ofrecer por el momento una solución.
El debate
De este modo, al pasar a la sesión de preguntas y repuestas, se pudo constatar una clara dificultad de comprensión. Por una parte, los prelados reconocieron los límites de la Iglesia católica, que en Internet busca dialogar, pero cuyas páginas son planas. En torno al 70% de los sitios católicos institucionales no ha introducido elementos interactivos de web 2.0.
Por otro lado, los obispos, a diferencia de lo que se esperaban, no se encontraron con expertos en comunicación, sino más con representantes de empresas con un modelo de negocios muy específico, que constituye su interés primario, dejando a un lado consideraciones humanísticas que no forman parte de este criterio.
«¿Se puede hablar todavía de verdad en las redes sociales que se basan en el hecho de que cada usuario tiene su verdad?», fue la pregunta que presentó uno de los grupos de trabajo de la Comisión Episcopal Europea para los Medios, a los representantes de las empresas.
Los representantes de las tres empresas concordaron al afirmar que el «poder» ahora pasa a los usuarios, son ellos los que «controlan» los medios, y podrán buscar más eficazmente la verdad si saben utilizarlos.
Por Jesús Colina