“En Honduras la Iglesia debe ser portadora de esperanza”

Ante las elecciones del próximo 29 de noviembre

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TEGUCIGALPA, lunes 23 de noviembre de 2009 (ZENIT.org) A seis días de celebrarse las elecciones en Honduras, luego de la crisis política que ha vivido este país desde el pasado mes de julio, son muchos los desafíos que enfrenta la Iglesia.

Así lo comunicó el padre Germán Cálix, secretario ejecutivo de la Pastoral Social, Caritas Honduras ante los micrófonos de Radio Vaticano.

El primer desafío, según Cálix, consiste en “acompañar al pueblo en este proceso difícil”, y explicó que después del golpe de Estado de Manuel Zelaya la población hondureña, como era de esperarse, ha quedado sumamente polarizada entre los golpistas y quienes apoyaban al presidente depuesto.

Igualmente explicó que la Iglesia comenzó en el mes de agosto un proceso de acompañamiento para analizar tareas de negociación, perdón y, sobretodo de búsqueda de la justicia. “Esa reconciliación no podrá ser total sin que en este país con altos niveles de pobreza no se logre restablecer la justicia social. En ese sentido la Iglesia quiere ser fiel a esa propuesta”.

El secretario ejecutivo de la Pastoral Social en Honduras destacó el papel de la conferencia episcopal de este país para el proceso reconciliador por medio de la invitación al diálogo, y de las gestiones a nivel personal por parte del arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Madariaga.

El padre Cálix se defirió también a cómo ve la sociedad hondureña el proceso electoral: “Aunque las elecciones no van a resolver todo el conflicto, sí pueden ser una pequeña válvula que pueda abrir el espacio para que los actores del país reencuentren su rumbo y solucionen los problemas que tiene”.

Igualmente señaló los retos que deberá enfrentar el próximo gobierno: dificultades en los recursos financieros, inversión, cobertura de una amplia y demandante agenda social.

Planteó también la situación del pueblo hondureño en este momento: “las opciones políticas se fueron cerrando y los diálogos no han logrado superar situaciones, porque hemos encontrado críticas muy fuertes y conflictos muy grandes”.

También se refirió al trabajo que tiene la Iglesia en Honduras, la cual debe ayudar “a rehacer este tejido social que fue resquebrajado por este conflicto y a canalizar energías”.

Aseguró el padre Cálix que en este momento de tensión preelectoral, el papel de acompañamiento espiritual que tiene la Iglesia: “mantener siempre la esperanza, sobretodo generarla en un pueblo que en este momento se siente desanimado, desalentado y si saber qué hacer”.

“En nombre de lo que creemos, de nuestra fe en Jesucristo, de nuestras metas que son mucho más largas como lo es el reino de Jesús, creemos que seguir trabajando por la justicia no es una cosa inmediata por la paz y hemos iniciado esta semana procesos de capacitación del equipo para el próximo año, sobre todo en el proceso de pacificación interna”, concluyó el padre Cálix.

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ZENIT Staff

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