Congoleños lloran la muerte de un sacerdote y una monja asesinados

Aumenta la violencia anticristiana

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BUKAVU, miércoles 9 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Un sacerdote y una monja fueron asesinados el domingo y el martes, en dos incidentes distintos cerca de Bukavu en un aumento de la ola de violencia anticristiana.

Ayuda a la Iglesia Necesitada informó este martes que la Iglesia en Congo está muy consternada tras los “brutales” asesinatos.

El padre Daniel Cizimya Nakamaga, de 51 años, recibió un disparo en la cabeza este domingo cuando unos hombres armados irrumpieron en su casa de Kabare, rompiendo una ventana para entrar en el presbiterio.

El vicario general de la arquidiócesis de Bukavu, monseñor Pierre Bulambo, afirmó que “la arquidiócesis ha sido víctima de un acto de barbarie”.

“La gente está traumatizada y muy asustada -añadió-. Los congoleños están cansados de llorar y de morir”.

El sacerdote destacó: “Admiramos la valentía y la compasión de la gente de Kabare en apoyo a su sacerdote fallecido; la manera como han respondido es un ejemplo para todos”.

Dos días después del asesinato del sacerdote, la hermana Denise Kahambu fue asesinada en un ataque a un monasterio trapense en el norte de Bukavu.

El padre Bunyakiri Crispin, rector del vecino Seminario de San Pío X, fue uno de los primeros en responder a la petición urgente de ayuda.

Explicó que los testigos vieron a la monja encargada de acoger a los huéspedes en el monasterio enfrentarse a tres atacantes, que la dispararon.

El sacerdote explicó: “Una de las huéspedes dijo que oyó gritos y entonces vio a un hombre armado correr hacia ella, pero ella se encerró en su habitación”.

Otra mujer, trabajadora del monasterio, dijo que uno de los intrusos le pidió dinero e intentó dispararla cuando ella se negó.

Las otras monjas encontraron refugio en el piso de las habitaciones, donde rezaron el rosario y cantaron el salmo 129, por el alma de la hermana Kahambu y por la comunidad.

Éste es el cuarto ataque a las monjas desde el año 1996, según el padre Crispin.

Monseñor Bulambo afirmó que los asesinatos en la arquidiócesis son la última expresión de toda una serie de ataques a los cristianos.

Recordó que hace dos meses, dos sacerdotes quedaron “encarcelados como ratas” cuando unos atacantes prendieron fuego a su presbiterio.

De hecho, el arzobispo de la diócesis, monseñor François-Xavier Maroy Rusengo, tuvo que dejar la asamblea del Sínodo de Obispos que se celebraba en Roma para volver a Bukavu cuando dos sacerdotes fueron secuestrados y exigían por ellos un rescate.

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ZENIT Staff

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